Obispos de Colombia llaman a fortalecer el diálogo con sinceridad, respeto y escucha
Vatican News
“Estamos llamados a fortalecer el diálogo en el marco de la verdad, el respeto, la sinceridad y la apertura a la escucha responsable”. Así lo expresan los obispos de la Conferencia episcopal de Colombia en su mensaje al comienzo de la Semana Santa, un tiempo favorable para la oración y la reflexión. La invitación, en particular, es a analizar y profundizar en los problemas que atraviesa el país y “el aporte que debe dar cada quien” para la construcción de una sociedad en la que “se aseguren todos los valores humanos de la vida, la dignidad y la fraternidad”.
“Estamos llamados a fortalecer el diálogo en el marco de la verdad, el respeto, la sinceridad y la apertura a la escucha responsable. Se requiere profundizar en caminos de diálogo que se centren en el bien común, para garantizar la reconciliación”, afirman los obispos.
Garantizar la convivencia y los derechos humanos
El mensaje del episcopado menciona como principal desafío “la fuerza de la violencia que tiende a escalar”, una situación que interpela a toda la sociedad colombiana, en especial, para la toma de medidas que garanticen la convivencia y los derechos humanos personales y comunitarios.
Los obispos insisten en que la sociedad no debe dejar que sea la violencia la que imponga “un camino diferente al del diálogo y a centrar la palabra, como la mejor y más poderosa herramienta para superar los conflictos sociales, políticos, comunitarios y familiares. En este contexto, el mensaje recuerda el llamado del Papa Francisco a recurrir sin cansancio a la “la fuerza mansa del diálogo”.
Cristo vence la muerte
Los obispos animan a quienes han emprendido el camino del diálogo político o social para superar conflictos históricos, a seguir adelante, asumiendo el gran mensaje histórico de la Pascua. “Cristo vence a la muerte; y en Él, el amor aniquila al odio y la paz deja sin armas a la violencia”, aseguran.
“Que el Resucitado – concluye el mensaje - nos ayude a construir juntos una convivencia más humana y más pacífica que nos haga entonar en la Pascua, a una sola voz: “Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo”
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