República Dominicana. Fray Gullón: Seguir luchando por la dignidad humana
Vatican News
“Que estos días de Semana Santa sean de verdad una palabra encarnada, ayudando a llevar la cruz de los demás, que podamos vivir una solidaridad compartida y una fraternidad universal, especialmente con nuestros hermanos migrantes”, lo dijo Fray Miguel Ángel Gullón Pérez, OP, Director de Radio Seybo, emisora radial que se encuentra en la provincia de El Seibo, en República Dominicana, explicando la situación de las familias de origen haitianas que fueron deportadas el pasado 15 de marzo, en el municipio de Santa Cruz de El Seibo.
Una flagrante violación de los derechos fundamentales
El religioso español de la Orden de Predicadores narró los hechos ocurridos durante la noche del 15 de marzo, en Villa Guerrero, la comunidad de Santa Lucía, Km. 2 y Km. 8, municipio de Santa Cruz de El Seibo, cuando a las 2:00 de la madrugada, militares y agentes de la Dirección General de Migración (DGM) de República Dominicana incurrieron de nuevo en prácticas ilegales e injustas contra familias inocentes para realizar supuestas deportaciones de haitianos.
“Es evidente que se están violando los derechos fundamentales de estas personas, quienes fueron apresadas para ser expulsadas del país sin agotar el debido proceso administrativo – señaló el religioso Dominico – y, aún peor, están siendo sometidas a violencia y maltrato generando un clima de temor y vulnerabilidad. La falta de un proceso administrativo previo para evaluar individualmente cada caso y garantizar el respeto a los derechos humanos de estas personas – precisó Fray Miguel Ángel – es una flagrante violación de los principios básicos de justicia y equidad”.
“Acuérdate que fuiste esclavo en Egipto” (Dt 5,15)
Ya el pasado 15 de marzo, el mismo día de los tristes sucesos, la Familia Dominica y otras 136 Instituciones Religiosas y Sociales de República Dominicana habían emitido un “Comunicado contra las deportaciones abusivas en El Seibo”, denunciando la violación de los derechos fundamentales de las personas deportadas.
“En ese documento – recordó el religioso español – se denunció el secuestro para la ‘deportación’ de niños/as y mujeres embarazadas, el robo de dinero, celulares y otros bienes a las familias afectadas, disfrazado de deportaciones por parte de agentes de la DGM y militares. El uso de la fuerza y agresión física y verbal a estas mismas familias. Además, estos allanamientos realizados ilegalmente según el Protocolo de Entendimiento sobre los Mecanismos de Repatriación, del 02/12/1999 firmado por las autoridades dominicanas que prohíbe las deportaciones en horas de la madrugada. La detención abusiva de personas con documentación dominicana y documentación que acredita su residencia regular en República Dominicana y que fueron subidas al camión de migración”.
Que la Virgen de la Altagracia proteja a las familias
En estos tiempos tan convulsos y difíciles, indicó Fray Miguel Ángel Gullón, no podemos permitir que nuestras instituciones dominicanas sean utilizadas para cometer abusos; justo eso es lo que queremos evitar: que la violencia, el pillaje y el desorden afecte a nuestras familias.
“Por ello, exigimos a las autoridades dominicanas poner fin de inmediato a estas prácticas violatorias de los derechos humanos y que garanticen procesos administrativos transparentes y justos para todas las personas. Pedimos que la Virgen de la Altagracia, que fue testigo fiel en Higüey de dichos abusos a sus hijos e hijas, interceda por estas familias y por una sociedad donde logremos la paz y la armonía al descubrirnos hermanos e hijos de un mismo Dios”.
Las imágenes y testimonios que se han recibido en Radio Seybo de las personas que fueron deportadas se pueden ver aquí.
Un calvario viviente lo que se vive en Haití
Finalmente, el religioso Dominico dijo que esta Sema Santa podamos contemplar y celebrar el misterio pascual, que es el misterio del amor, es el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Jesús; que lo estamos viviendo en forma presencial con este calvario, con este Vía Crucis de tantos hermanos y hermanas que sufren en Haití y en República Dominicana y en tantos otros países como Nicaragua, Cuba, etc.
“En este Vía Crucis viviente son muchas las cruces que carga nuestro Señor Jesucristo. Y por ello, queremos acompañar como cireneos y verónicas a estos rostros sufrientes. Vemos cuantos dominicanos piden por nuestros hermanos haitianos. En este sentido, la labor del Papa Francisco es encomiable pidiendo para que haya paz, para que haya tranquilidad, no solo en Ucrania y Tierra Santa, sino también en Centro América, para que tengamos entrañas de misericordia para acoger a los hermanos, y para velar por la dignidad humana”.
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