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Madre Chuy vivió su adhesión a Cristo mediante una intensa vida de oración y caridad

La Madre María de Jesús Guízar Barragán, religiosa mexicana oriunda de Michoacán en la década de los años 60 fundó la congregación de las Siervas Guadalupanas de Cristo Sacerdote. El 14 de junio de 2016 el Papa Francisco reconoció sus virtudes heroicas declarándola Venerable. La Postuladora: “Madre Chuy fue conocida por su caridad, altruismo y dedicación al prójimo. Vivió su fe mediante una intensa vida de oración y generosos actos de caridad al prójimo”.

Vatican News

“El amor inconmensurable a Dios fue Él que impulso a la Venerable María de Jesús a ofrecerse desde niña a Él y a trabajar incansablemente por los sacerdotes, representantes de Cristo en la tierra”. Con estas palabras describe la Hermana María Elena Pérez Pérez religiosa mexicana, – Profesa del Instituto de las Siervas Guadalupanas de Cristo Sacerdote y Postuladora de la causa de canonización de la Madre María de Jesús del Amor Misericordioso Guízar Barragán, Fundadora del Instituto de las Siervas Guadalupanas de Cristo Sacerdote – la misión y vocación de su fundadora, de quien el 14 de junio de 2016 el Papa Francisco reconoció sus virtudes heroicas declarándola Venerable.

¿Quién es la Venerable Madre María de Jesús Guízar Barragán?

La Venerable María de Jesús, conocida como la Madre Chuy nació el 11 de noviembre de 1899 en Cotija de la Paz, Michoacán, México, la quinta de dieciséis hijos, y fue bautizada al día siguiente en la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Cotija, como era costumbre en la familia. Sus padres: Emiliano Guízar Valencia y Lucía Barragán de Guízar. La familia era profundamente cristiana, era una familia acomodada y también se distinguían por sus grandes obras de caridad para con los pobres.

La Venerable María de Jesús a los 7 años hace la primera comunión y un día antes se corta sus grandes y hermosas pestañas, que tanto le elogiaban. Ella no quería distracción alguna en el día de su primer encuentro con Jesús Sacramentado. Su mamá preocupada no sabía cómo arreglarla.  

La familia Guízar a causa de la revolución de 1910 en México, tuvieron que emigrar a Zamora desposeídos de todos sus bienes y luego a Guadalajara. Madre Chuy a los 15 años se enfermó gravemente (científicamente era una enfermedad desconocida) los médicos le dicen que tiene poco tiempo de vida y ella con el consejo del confesor hace las promesas consagrando su vida a Dios.

En el 1922 Chuy ingresó en la Congregación de las Teresianas, en San Antonio Texas, Estados Unidos, pero por motivos de salud después de algunos meses, regresó a Guadalajara. Su hermano el Obispo de Saltillo Luis Guízar, le dice de esperar que ya Dios le manifestará su voluntad y los caminos a seguir, desde ahí hará suyas las palabras del Apóstol Pablo, “esperará contra toda esperanza”, la voluntad de Dios.

Durante el periodo más fuerte de la persecución religiosa en México en el 1926-1929, le toco presenciar los sufrimientos atroces a lo que fueron sometidos los sacerdotes. En aquel momento sintió que el Señor le pedía hacer algo por Ellos.

Fue profesora de dibujo en una escuela de Guadalajara hasta 1930, año en que la familia se trasladó a la Ciudad de México, donde María de Jesús siguió dando clases de pintura. Al fallecer su padre en 1938 y su madre en 1942 quedó como cabeza de familia, dedicándose también intensamente a obras de caridad. Visitaba a los encarcelados, desamparados comunicando así la misericordia de Dios y particularmente se preocupaba por los sacerdotes ancianos.

El 2 de octubre de 1960 invitada por el Padre Enrique Amezcua, fundador de los Operarios de Cristo, visitó el Santuario de la Quinta Aparición Guadalupana en Tulpetlac, en el Estado de Ecatepec, México. Dicho lugar estaba sin sacerdote desde hacía más de 150 años. La Señorita Chuy y otros misioneros ayudaron al Padre Enrique a preparar a la gente con una grande misión para la fundación de la parroquia de Cristo Rey en dicho lugar.

¿Cuándo fundó el Instituto de las Siervas Guadalupanas de Cristo Sacerdote?

La fundación del Instituto fue el 26 de julio de 1961 en la Quinta Aparición Guadalupana en Tulpetlac. Su preocupación fundamental de la Venerable María de Jesús fue la de asistir a los sacerdotes, particularmente a los ancianos, enfermos y abandonados. Fundó el Instituto que al inició, se llamó “Legionarias de la Fe” y sucesivamente adoptó el título definitivo (3 de enero 1963) de “Siervas Guadalupanas de Cristo Sacerdote”, en el que la Sierva de Dios tomó el nombre de María de Jesús del Amor Misericordioso. En el 1971 delante de su sobrino Mons. Ricardo Guízar Díaz, (Arzobispo de Tlalnepantla) profesa los votos perpetuos. Partió a la casa del Padre el 6 de enero de 1973, a la edad de 73 años.

¿Cuál es el carisma y la misión de las Siervas Guadalupanas de Cristo Sacerdote?

Nuestro carisma es la santificación y la oración por los sacerdotes. La misión principal es la atención a los sacerdotes ancianos y enfermos (tenemos 5 casas sacerdotales: España, Puebla, Morelia, Colima y Zamora) y también les ayudamos en sus labores pastorales (tenemos comunidades que trabajan en la misión).

Estamos presentes en diversas partes del mundo, tenemos 32 casas en 7 países. En México 22, en Estados Unidos (Washington) 1, en Trinidad y Tobago 1, en Bélgica 1, en España 3, en Italia 2, y en Suiza 2.

¿Cuándo se inició el proceso de la canonización?

Inició en la Diócesis de Ecatepec, el 16 de julio 1997 al 11 de noviembre de 1999. El 25 de octubre del 2002 fue declarada la validez del proceso diocesano. El 14 de junio de 2016 el Papa Francisco reconoció las virtudes heroicas declarándola Venerable.

La Venerable Madre María de Jesús del Amor Misericordioso Guízar Barragán expresó la fe mediante una intensa vida de oración. La Fe se transformaba en generosos actos de caridad para con el prójimo. Hizo suyas las palabras de San Pablo espero contra toda esperanza. El amor inconmensurable a Dios fue Él que impulso a la Venerable María de Jesús a ofrecerse desde niña a Él y a trabajar incansablemente por los sacerdotes, representantes de Cristo en la tierra. La caridad hacia el prójimo fue sin límites, la manifestaba casi con una autonomía propia, siempre era disponible para cualquier persona que se dirigía a Ella.

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18 marzo 2024, 09:15