“Los pobres sufren la peor consecuencia” por el Dengue en Puerto Rico
Johan Pacheco – Ciudad del Vaticano
Debido al alto incremento de los casos de Dengue en Puerto Rico, desde el pasado 25 de marzo fue decretado en Estado de Emergencia Sanitaria, situación que también se viven en otros países del continente americano como Brasil, Paraguay y Argentina. Pero también en algunas naciones europeas donde se crecen las cifras de los infectados.
El arzobispo metropolitano de San Juan de Puerto Rico, monseñor Roberto González, emitió una Carta Pastoral sobre la declaración de emergencia de salud en Puerto Rico a causa de la epidemia del Dengue, alentando a los ciudadanos a cuidar la vida tomando las precauciones necesarias, y exhortó a imitar a Jesús en la cercanía a los enfermos: “Jesús fue por toda Galilea enseñando en las sinagogas de ellos y predicando las buenas noticias del Reino. Y curaba a la gente de todo tipo de enfermedades y todo tipo de dolencias” (Mt. 4,23).
“La invitación de Jesús a dejar que los niños y niñas ‘vengan a mí’, es una invitación a nosotros a dejar también que los ancianos, que también son vulnerables, vengan a nosotros y, nosotros como Iglesia, ir donde ellos y ellas, especialmente en esta situación del dengue porque de ellos es también el reino de los cielos. En esta emergencia debemos ser custodios de nuestros ancianos y ancianas”, expresa el arzobispo en su carta.
La medicina de la Misericordia
Y enmarcando su carta pastoral en la reciente celebración de la Divina Misericordia, recordó que “la Misericordia de Dios también es una medicina. Es la medicina que nos purifica de nuestros egoísmos y de las oscuridades que invaden nuestras almas y nos impiden ser buenos samaritanos que miran por el bien de la salud de nuestros prójimos. Cumplir con las medidas de precaución, de higiene, de seguridad para protegernos a todos y todas no es fácil. Es un reto. Pero si nos dejamos empapar por los sentimientos de la Divina Misericordia todos y todas nos veremos beneficiados y hermanados”, dijo.
En la Región de las Américas -según la Organización Panamericana de la Salud (OPS)- se han reportado un mayor número de casos de dengue en comparación a los reportados el año pasado para este periodo. Hasta el 21 de marzo del 2024, se han reportado a la OPS 2.987.927 casos de dengue. Y cerca de 500 millones de personas en las Américas están actualmente en riesgo de contraer dengue.
Informes de la Secretaría de Salud de Puerto Rico, como también lo reseña la carta pastoral del Arquidiócesis de San Juan: “Al día 21 de marzo del 2024, la vigilancia epidemiológica de enfermedades arbovirales del Departamento de Salud, ha observado un aumento de casos de dengue para Puerto Rico de 140% en comparación con el mismo periodo el año pasado. Para la semana epidemiológica del 4 al 10 de marzo del 2024, un total de 549 casos de dengue habían sido registrados para el año 2024”.
La mirada compasiva de Jesús
El arzobispo en su carta pastoral cita las palabras del Papa Francisco en el mensaje para la jornada Mundial del Enfermo del 2024: “En este cambio de época en el que vivimos, nosotros los cristianos estamos especialmente llamados a hacer nuestra la mirada compasiva de Jesús. Cuidemos a quienes sufren y están solos, e incluso marginados y descartados. Con el amor recíproco que Cristo Señor nos da en la oración, sobre todo en la Eucaristía, sanemos las heridas de la soledad y del aislamiento. Cooperemos así a contrarrestar la cultura del individualismo, de la indiferencia, del descarte, y hagamos crecer la cultura de la ternura y de la compasión”.
También monseñor Roberto González hace un llamado a la solidaridad, cercanía y corresponsabilidad para enfrentar la epidemia del Dengue: “Siempre los más pobres entre los pobres, los más vulnerables de la sociedad sufren las peores consecuencias de estas epidemias. Lo vimos y seguimos viendo con el Covid. La Divina Misericordia nos pide que tengamos siempre presente la carne de Cristo sufriente presente en los pobres, en los que sufren, en los menores, también en los abandonados y enfermos. Para ellos, el flagelo es doble”.
El Dengue y el Cambio Climático
El arzobispo también se refirió a la relación del Dengue con el Cambio Climático, compartiendo algunos estudios que se presentan como una consecuencia: “El cambio climático tiene una enorme influencia en esta situación crítica. Al haber más precipitaciones y aumentar las temperaturas medias y la humedad se generan las condiciones ideales para que el mosquito se críe y multiplique”. Y con ello también exhortó a unirse al llamado del Papa Francisco: “a una conversión ecológica, a todos ser corresponsables del cuidado de la causa común, a hacer cada uno, nuestra aportación a este problema por más insignificante que pudiera parecer”.
El arzobispo finalizó implorando la bendición para los enfermos “que se han contagiado con dengue y con el covid y sobre quienes sufren con sus familias y cuidadores, sobre toda nuestra Patria la materna protección de María, Salus infirmorum, a fin de que Ella nos sirva de ejemplo de que nuestro lugar ante el dolor de sus hijos e hijas es al pie de la cruz”.
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