Obispos de México: “Es importante en la democracia saber ganar y saber perder"
Vatican News
A los ciudadanos, votar libremente y sin miedo; a los partidos políticos, no moverse al margen de la ley y la ética; a los periodistas informar con veracidad; a las autoridades electorales, apego a la ley e imparcialidad; a las autoridades, cuidar a ciudadanos y candidatos a puestos de elección de las agresiones del crimen organizado u otras que quieran influenciar el voto; a las Fuerzas Armadas a colocarse del lado correcto de la historia con el cumplimiento de la legalidad y la conservación de la paz social y para limitar las acciones de quienes no acepten los resultados. Estas son las exhortaciones de los obispos de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ante las elecciones presidenciales del próximo 2 de junio, a las que están convocados cerca de 99 millones de mexicanos, para elegir al de entre tres opciones, a quien llevará las riendas de la nación en los próximos 6 años.
El mensaje “Por el bien de México: participación y civilidad para construir democracia y unidad, publicado el pasado 22 de mayo, en las redes sociales de la CEM es una especie de vademécum, a pocos días de la contienda electoral para elegir al jefe de Estado y de gobierno, 128 senadores de la cámara alta y 500 diputados federales de la cámara baja. A la presidencia se perfilan tres candidaturas hacia la victoria: Claudia Sheinbaum por el partido Morena, Xóchitl Gálvez por el frente opositor y Jorge Álvarez Máynez del partido Movimiento Ciudadano, quienes, reunidos a mediados de marzo pasado, en un evento organizado por la Conferencia del episcopado mexicano (CEM) junto a otras congregaciones e instituciones de la Iglesia, firmaron el “Compromiso Nacional por la Paz” elaborado por la Iglesia.
Siete pasos hacia la verdadera democracia
Como portadora del mensaje de fraternidad desde el Evangelio de Jesucristo, que llama a propiciar el encuentro, el diálogo, el respeto y la reconciliación entre las personas, la sociedad y los países, los obispos mexicanos, reconociendo el derecho de los ciudadanos a defender sus distintas opciones, al mismo tiempo, exhortan actuar bajo los valores de respeto a la vida, a la justicia y al bien común.
Primero: Que la ciudadanía salga a votar en libertad: “No tengamos miedo de salir a votar, no nos dejemos coaccionar por nadie, ni para votar ni para no salir a votar; ni para hacerlo por dádivas, amenazas o presiones de cualquier cipo. Todos tenemos derecho a votar libremente; nuestro voto es secreto y como tal, debe ser respetado plenamente”.
Segundo: Que los ciudadanos que, escogidos como autoridades en las Mesas de votación y en las Casillas, cumplan su deber ciudadano, sabiendo que la población entera agradece su servicio, así como su entrega imparcial a la causa democrática”. Ellos son -recuerdan los obispos- quienes deben ser ciudadanos imparciales, serios, honestos y objetivos.
Tercero: Que los Partidos Políticos demuestren su talante democrático “evitando la tentación, presente todavía, de moverse al margen de la Ley y de la ética política”. “Para nadie es conveniente ganar como fruto de trampas y fraudes”; “deben rechazar las prácticas ilegales para no manchar el proceso”; “es importante en la democracia saber ganar y saber perder”. Lo mismo vale para las Autoridades Civiles que están próximos a dejar sus cargos.
Cuarto: Que las Autoridades Electorales del país ejerzan sus responsabilidades con profesionalismo, apego a las leyes electorales y a la ética de la responsabilidad. “Aún en medio de las limitaciones en que se encuentran por el acoso de otros poderes, es momento de manifestar su imparcialidad por el bien del país, fortaleciendo la democracia y derrotando todo intento de fraude electoral”.
Quinto: Que los Medios de Comunicación sirvan a servir a la nación informando con veracidad, con ética y oportunidad a la ciudadanía, sobre el devenir de este proceso. “Recordemos que el manejo de la información es ya una forma de hacer política”. “La libertad de opinión y la responsabilidad en la comunicación son principios fundamentales de la democracia”.
Sexto: Que las autoridades correspondientes cuiden a los ciudadanos y a los candidatos a puestos de elección popular de las agresiones del crimen organizado y demás grupos delincuenciales que intentan influir en el proceso electoral con amenazas, con violencia e incluso con asesinatos, buscando sus intereses ilegítimos.
Séptimo: Que las Fuerzas Armadas de México (La Guardia Nacional, el Ejército mexicano y la Marina), actúen con una alta responsabilidad, en favor de la construcción de la seguridad nacional y la paz social, “colocándose del lado correcto de la historia”, en el cumplimiento de la legalidad y la conservación de la paz social. Y “como última instancia para Limitar las acciones de quienes no acepten los resultados”.
Una Fiesta cívica
Por último, lo obispos mexicanos llaman a hacer del próximo 2 de junio “una Fiesta Cívica de enormes proporciones, jornada de gran trascendencia, realizada desde la alegría de ejercer nuestros derechos, de hacerlo con paz y civilidad, sabiendo que entre rodos construimos el futuro del país”. Y como hombres y mujeres de buena voluntad, a orar y pedir a Dios, por intercesión de la Virgen María de Guadalupe, para que derrame su gracia, luz y sabiduría. “¡Que nadie se quede sin votar!
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