El Papa llevó la visión ética de la IA a la escena pública
Federico Piana – Ciudad del Vaticano
Esa vestidura blanca entre los poderosos de la Tierra representa ante todo un mensaje disruptivo y nuevo al mismo tiempo: «Esa sabiduría, de la que el Papa es portador, se reconoce como necesitada de ser expresada en un ámbito público y plural». Y no es poco, si a esto el padre Paolo Benanti añade otra reflexión que concierne a la dimensión más íntima del hombre, a menudo expulsada del debate político y social: «Se ha abierto una nueva temporada para la presencia de la fe en el espacio de las democracias occidentales».
Temas revolucionarios
No es precisamente una nimiedad, dado que en el G7 de Fasano, en la provincia italiana de Brindisi, Francisco había sido invitado a hablar de Inteligencia Artificial, uno de los temas de mayor actualidad y profundamente revolucionario que el teólogo y filósofo franciscano, miembro del prestigioso Comité de Inteligencia Artificial de las Naciones Unidas, define sin pudor como «de frontera».
Tecnología conectada al humano
«El discurso del Papa ha sido equilibrado y optimista porque ha recordado que la tecnología está conectada al ser humano y que el mundo ha cambiado con los artefactos tecnológicos», afirma el padre Benanti, añadiendo que precisamente en esto «se ve toda la grandeza de la llamada del Hombre hecha por su Creador». Pero esta capacidad de transformar el mundo no siempre se ha utilizado para el bien: «Las grandes innovaciones, para ser verdaderamente útiles a la humanidad, deben tener una gestión cuidadosa, una gestión ética».
Nueva sociedad
Que la Inteligencia Artificial creará un nuevo sistema social que nacerá de complejas transformaciones epocales es ya un hecho para Benanti, que representa básicamente «el último eslabón de la transformación inducida por la revolución industrial». Por ejemplo, algunos empleos desaparecerán pero surgirán otros. ¿Qué quedará entonces de la sociedad organizada tal como la conocemos hoy? Está por verse, pero las cosas ya están cambiando. Al igual que el conocimiento de la humanidad sufrirá una profunda transformación».
Pasos adelante
En cuanto a los principios éticos con los que «construir» la Inteligencia Artificial, sobre todo la generativa, no se trata precisamente de partir de cero. En febrero del 2020 – explica Benanti – se firmó el Llamamiento de Roma por la Ética de la IA, promovido por la Academia Pontificia para la Vida, con las seis piedras angulares citadas también por el Papa: principios adoptados sobre todo por las grandes empresas tecnológicas. Pero eso no es todo. «Musulmanes y judíos también lo firmaron en 2023, y este verano en Hiroshima lo harán las religiones orientales», señala el teólogo. Una plataforma de valores compartida, en definitiva, por la mayoría de los habitantes de la Tierra.
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