Nuncio de EEUU pide un verdadero renacimiento en el Congreso Eucarístico
Christopher Wells - Vatican News
Al inaugurar el Décimo Congreso Eucarístico Nacional de Estados Unidos el miércoles 17 de julio por la noche en Indianápolis, el Nuncio Apostólico, Cardenal Christophe Pierre, explicó a los fieles que su presencia era un signo de la "cercanía espiritual del Papa Francisco, y su unidad con ustedes y con este país"."
"¡Qué regalo es este!", dijo, "que podamos estar unidos como Iglesia a través de nuestro Santo Padre".
Al mismo tiempo, el Nuncio recordó que "la Santa Eucaristía es también un inmenso don para la unidad", sugiriendo que la oración principal para el Congreso sea "que nosotros, como Iglesia, podamos crecer en nuestra unidad, para que seamos más fecundos en nuestra misión".
¿Qué es el renacimiento eucarístico?
Para realizar esta unidad, afirmó el cardenal Pierre, es útil plantearse la pregunta: "¿Qué es el renacimiento eucarístico?". Y, quizás más concretamente, "¿Cómo sabremos cuándo estamos experimentando un renacimiento eucarístico?".
Explicó que el verdadero renacimiento eucarístico, aunque "siempre acompañado por la devoción sacramental", como la adoración, la bendición, la catequesis y las procesiones, "debe extenderse más allá de las prácticas devocionales".
Un verdadero renacimiento significa ver a Cristo en los demás, no sólo en nuestra propia familia, amigos y comunidades. Un verdadero avivamiento significa ver a Cristo incluso en aquellos de los que nos sentimos divididos, ya sea por raza o clase, o en aquellos que desafían nuestras propias formas de pensar, o que piensan de manera diferente a nosotros.
"Cuando nos encontramos con esas personas", subrayó el Cardenal Pierre, "Cristo está presente para ser un puente", uniendo a todos los pueblos, que son hijos del mismo Padre celestial y están llamados al mismo destino eterno.
Impulsados a la unidad
Los mayores esfuerzos para construir puentes de unidad son un signo de la verdadera renovación eucarística, expresó el Nuncio, explicando que cuando celebramos la Eucaristía, experimentamos a Jesús, que construyó el primer puente haciéndose hombre incluso cuando la humanidad estaba separada de Él.
Por esta razón, añadió, creer en la presencia real no es sólo la creencia de que Jesús está presente en el Sacramento bajo las especies de pan y vino, "sino también en la asamblea de su pueblo creyente", e incluso en aquellos "que luchan por conectar con Él a causa de las heridas, el miedo o el pecado".
El Cardenal Pierre precisó que la adoración es esencial para nuestra relación con Cristo. También observó que es importante entender la adoración precisamente como una relación: no ver el Santísimo Sacramento meramente como un objeto, sino relacionarse con Jesús presente en la Eucaristía y así aprender "a relacionarse con los demás de una manera que reverencie la presencia de Dios en ellos".
Esto, puntualizó, "es lo que significa vivir una vida verdaderamente 'eucarística': la adoración se derrama en nuestra vida cotidiana: nuestra vida de relación con los demás, nuestro modo de ver a los demás".
La llamada a la conversión pastoral
El Cardenal advirtió que los problemas de nuestra "misión de evangelización" -incluidos los problemas de la modernidad, de aprender a amar a los que piensan diferente, de superar la división, de responder al sufrimiento- no pueden resolverse con nuestros propios esfuerzos, sino sólo con el poder de Dios.
El Nuncio Apostólico en Estados Unidos concluyó su discurso invitando a todos a "rezar por una verdadera renovación eucarística", para que se nos abran los ojos y aprendamos a pensar de otro modo.
El Cardenal Pierre sostuvo que la renovación eucarística debe, por tanto, llevar a una "conversión pastoral" y exhortó a los fieles que pidan al Señor que les revele los lugares de resistencia, para que dejándonos guiar por Dios, "podamos convertirnos en verdaderos apóstoles de Su Reino".
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