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Padre Giacomo Costa, religioso jesuita, es uno de los secretarios especiales de la asamblea sinodal. Padre Giacomo Costa, religioso jesuita, es uno de los secretarios especiales de la asamblea sinodal.

Padre Costa: El Instrumentum laboris, fruto coral de un proceso de escucha

El secretario especial de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos reflexiona sobre la esencia del texto guía de la segunda sesión sinodal del próximo mes de octubre: hoy nos relacionamos con el lugar de otra manera, el desafío es entender en qué lugar, incluso en lo digital, está encarnada en la vida de las personas.

Federico Piana - Ciudad del Vaticano

El Instrumentum laboris para la segunda sesión sinodal de la XVI asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tendrá lugar el próximo mes de octubre, no es un documento cualquiera. De hecho, ni siquiera es un documento. “Es algo más, pero mucho más. Y diferente”, explica el padre Giacomo Costa. El religioso jesuita es uno de los secretarios especiales de la asamblea sinodal y hace unos días ayudó a presentar el texto a los periodistas de todo el mundo en la Sala de Prensa del Vaticano, advirtiéndoles que "sirve de base para la discusión, pero no es un borrador del documento final que debe ser modificado ni un compendio completo de eclesiología sinodal".

Camino de diálogo

Lo que es realmente el Instrumentum laboris, el padre Costa, en diálogo con los medios vaticanos, intenta hacer comprenderlo desde lejos, desde el inicio del camino sinodal cuando, hace poco más de tres años, "largos períodos de escucha de las voces locales y continentales que se encontraron en estrecho diálogo con la Secretaría del Sínodo. Es fruto coral de un proceso donde en la base está un constante discernimiento común, es un texto que testimonia el camino recorrido hasta ahora por toda la Iglesia". Además, se transformará en una semilla que "generará más reflexiones que luego, durante la sesión de octubre, serán ofrecidas al Santo Padre". Y de estas reflexiones surgirán nuevas ideas para reorientar la vida de la Iglesia”, añade el religioso.

Las relaciones, dimensión esencial

La perspectiva relacional es una de las primeras dimensiones esenciales y estructurales expresadas por el Instrumentum laboris: la relación fundacional con Dios Padre, en Jesucristo y en el Espíritu Santo, la relación entre todos los bautizados, la relación entre las Iglesias y las relaciones con el mundo para promover la paz y el diálogo. Relaciones que, dice el padre Costa, deben entenderse en un sentido misionero de anuncio del Evangelio: “Y aquí surge una pregunta: ¿cómo puede la Iglesia anunciar el Evangelio? La forma en que se viven estas relaciones testimonia lo que creemos: las relaciones no deben cuidarse sólo para sentirse bien dentro de nuestras comunidades, sino que son una característica de nuestra naturaleza misionera, de nuestro ser Iglesia”.

Lugares para redescubrir

Pero la acción relacional, para ser ejercida, necesariamente debe encarnarse no sólo en lugares físicos sino también existenciales. Y el Instrumentum laboris lo aclara en la segunda parte del texto cuando examina la formación integral y compartida, el discernimiento eclesial para la misión, la articulación de los procesos de toma de decisiones, la transparencia en relación con la información y la evaluación. “La reflexión sobre el lugar es fundamental para ser Iglesia en el mundo de hoy - afirma el jesuita - porque las relaciones con los lugares han cambiado en las últimas décadas. Hoy nos relacionamos de otra manera con el lugar: por ejemplo, ¿qué significa hoy ser Iglesia local? ¿Cómo pueden pertenecer a esas Iglesias locales las personas que cambian de nación, por trabajo o por necesidades de supervivencia?”. En esencia, el desafío es comprender en qué lugar, incluso digital, se materializa concretamente nuestra vida.

La mirada jubilar

La próxima sesión sinodal, gracias al Instrumentum laboris, seguirá también teniendo la mirada proyectada hacia el Jubileo de 2025. “Coincidirá – subraya el padre Costa – con la tercera fase del Sínodo que, como se espera, será la fase de aplicación, de la concreción de los pasos dados hasta el momento. En octubre, de hecho, habrá orientaciones y propuestas que surgirán de la asamblea y que serán confiadas al Papa Francisco. En definitiva, la perspectiva jubilar está fuertemente ligada al Sínodo porque caminamos juntos con él, sin autorreferencialidad, como nos pide la Iglesia para el próximo Año Santo".

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14 julio 2024, 08:20