Pizzaballa pide a los cristianos de Tierra Santa que se unan en oración

Linda Bordoni - Vatican News

«Tenemos que dejar atrás la política, tenemos que reunirnos y rezar juntos. Ahora que las heridas sangran no es el momento de hablar de política», dijo el cardenal Pizzaballa, señalando que es muy difícil reconocer el sufrimiento del otro cuando uno está sufriendo.

El Patriarca latino de Jerusalén se dirigía a una delegación de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) que visita Tierra Santa para solidarizarse con los cristianos locales y evaluar proyectos de ayuda a la Iglesia en la región.

Polarización

«La situación está tan polarizada que si estás cerca de los palestinos, los israelíes se sienten traicionados, y viceversa. Cuando hablo del sufrimiento de Gaza, los católicos hebreos me hablan de las zonas que sufrieron los atentados del 7 de octubre, y al otro lado, los palestinos sólo piensan en Gaza. Todos quieren tener el monopolio del sufrimiento», afirmó.

Tras señalar que en el Patriarcado Latino de Jerusalén hay católicos del vicariato hebreo que sirven en el ejército en Gaza, así como católicos que están siendo bombardeados en Gaza, expresó su convicción de que la Iglesia debe evitar ser absorbida por el conflicto y ser una presencia constructiva.

«Me siguen diciendo que tengo que ser neutral. Vengan conmigo a Gaza, hablen con mi gente, que lo ha perdido todo, y luego díganme que tengo que ser neutral. Eso no funciona. Pero no podemos convertirnos en parte del enfrentamiento político o militar», sostuvo.

Proporcionar ayuda

Mientras tanto, el Patriarcado hace lo que puede para ayudar a la pequeña comunidad cristiana de Gaza, pero la situación es tan inestable que la ayuda puede tardar semanas en llegar a donde se necesita.

El jueves 18 de julio, tanto el gobierno británico como la Comisión Europea se comprometieron a restablecer la financiación de la UNRWA, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, en un momento en el que continúan los ataques israelíes en el enclave y los rebeldes Houthi de Yemen reivindican la autoría de un ataque con drones contra Tel Aviv en el que murió una persona.