Ucrania: Cáritas Austria crea "espacios seguros" para los niños
Anne Preckel y Alessandro De Carolis - Ciudad del Vaticano
Siempre parece algo utópico disponer de «espacios seguros» en un país, Ucrania, que desde hace dos años y medio ve cómo los misiles ensangrientan espacios civiles desarmados, como hospitales y bloques de pisos. Cáritas Austria se ha movilizado para hacerlos reales y disponibles, con el objetivo de proteger a los más pequeños. Así es como han surgido estos «oasis» en una veintena de localidades, que permiten a los niños olvidar por un rato la tragedia que les ha tocado vivir. La oferta incluye actualmente 16 escuelas en las tres ciudades de Odessa, Ternopil y Khmelnitsky. Además del trabajo en grupo y los juegos, también se ofrece un plan de resiliencia en siete pasos y apoyo psicológico individual, explica el vicepresidente de Cáritas Austriaca, Alexander Bodmann.
Proyectos solidarios
El reto es grande, ya que en muchas zonas del país - como la ciudad portuaria de Odessa, que también visitó recientemente el Cardenal Parolin - las condiciones de vida son muy duras, entre otras cosas, por los continuos cortes de luz, que obligan a la gente a racionar la electricidad, y ahora por una ola de calor que está creando aún más dificultades.
Cáritas Austria ha lanzado un llamamiento dentro de su propio país pidiendo solidaridad mediante ayuda económica y psicológica. Bodmann fue recibido en Odessa, el pasado fin de semana, por el obispo Stanislaw Szyrokoradiuk, quien le agradeció la cooperación ofrecida por diversas organizaciones, entre ellas de Alemania y otras naciones de Europa Occidental. El plan es destinar los fondos recaudados a la reparación de las viviendas destruidas también en regiones en disputa, como Kherson o Mykolaiv.
La labor de la Iglesia
La Iglesia ucraniana sigue una línea de acción similar. Monseñor Szyrokoradiuk mencionó también como objetivo la creación de lugares de acogida para los niños afectados por la guerra. Además, se organizan estancias recreativas de varias semanas en un centro diseñado para acoger a 300 niños en los Cárpatos, pero también se envían grupos a Polonia, Croacia, Alemania y Austria.
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