Vicario Apostólico del Darién: "Tomemos conciencia de la realidad del migrante"
Lucía Elvira – Ciudad del Vaticano
“La principal preocupación como obispo del Vicariato Apostólico del Darién es la falta de personal para atender a los migrantes y las dificultades económicas”, ha declarado Monseñor Pedro Joaquín Hernández Cantero, Obispo Vicario Apostólico de Darién en Panamá en la entrevista concedida a los medios vaticanos con motivo del X Encuentro de Obispos y Agentes de Pastoral Migratoria celebrado del 19 al 23 de agosto. El evento incluyó una visita al Centro de Recepción Migratoria en Lajas Blancas, donde los obispos y sacerdotes pudieron presenciar directamente las difíciles condiciones que enfrentan los migrantes en su travesía.
El encuentro, cuyo lema "Caminando Junto al Migrante y Refugiado" resalta la importancia de un acompañamiento pastoral claro y articulado, tuvo como objetivo principal la creación de una carta pastoral que sensibilice a toda la comunidad cristiana sobre la realidad migratoria y la necesidad de acoger sin xenofobia a quienes pasan por Panamá en su camino hacia Norteamérica.
¿Cómo han vivido este encuentro de Obispos y agentes de pastoral sobre la migración? ¿Cuáles han sido los objetivos del encuentro?
Hemos vivido este encuentro de obispos y agentes de pastoral sobre la inmigración en un ambiente de verdadera fraternidad y solidaridad sobre la realidad del inmigrante que va de paso por Panamá hacia América del Norte en una actitud de apertura y de buena disponibilidad para encontrarnos unos y otros.
El objetivo fundamental de este encuentro es crear una carta pastoral que llegue a todos los miembros del Pueblo de Dios para que tomemos conciencia de la realidad del migrante y cómo tenemos que saberlo acoger sin actitud xenofóbica y con la mejor disposición para ayudarles y crear este ambiente de acogida y de fraternidad entre nosotros.
¿Cuál es la realidad actual del Darién y el tránsito de migrantes?
La realidad actual de Darién es bastante difícil, ya que no es una zona de una ruta, sino que es una selva. Por tanto, el hecho de que salgan tantos migrantes llenos de dificultad, de heridas, de picadas de culebras y con unas situaciones de enfermedades bastante fuertes hace que para ellos la situación sea más dura y más difícil y a la vez el tránsito más lento. Aunque siempre está la posibilidad de que los que salen sin mayor dificultad puedan seguir la ruta inmediatamente hacia Costa Rica.
¿Cómo obispo, cuáles son sus principales preocupaciones en el ámbito del trabajo pastoral con los migrantes?
La principal preocupación como Obispo del Vicariato Apostólico del Darién es la falta de personal para atender a los migrantes y las dificultades económicas para dar respuesta a todas las situaciones que nos preocupan para llevar adelante un plan de incidencia más fuerte en la acogida de los migrantes y ayudarles a crearse un ambiente más cristiano, más humano y más fraterno.
¿Cuáles espera sean los frutos de este encuentro de obispos y agentes de la Pastoral de Movilidad Humana de las Conferencias Episcopales de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe?
Pienso que los frutos de este encuentro es que todos en cada uno de los países de paso de los migrantes tomemos conciencia que es una situación de todas las conferencias episcopales y no únicamente de las de los obispos de frontera entre país y país, sino que esto tenga que actualizarse y dar vida a todas las conferencias episcopales para que todos los obispos tomemos conciencia del esfuerzo que debemos de tomar en conjunto para que, como Conferencia episcopal, demos una respuesta más fraterna, de mayor acogida y de mayor comprensión, trabajando fuertemente para evitar todo tipo de xenofobia que pueda descubrirse entre el pueblo de acogida de los migrantes.
¿Qué mensaje envía a las comunidades cristianas sobre la pastoral migratoria, a las autoridades, y a los mismos migrantes?
Como mensaje a la comunidad cristiana de unirnos en colaborar con todos los que trabajan en la pastoral de inmigrantes, dando todo el apoyo posible a todos los niveles humano, cristiano, fraterno, económico y de colaboración en todos los sentidos. A las autoridades que sean más flexibles y más abiertas para el servicio de la legalización de los migrantes que viajan sin documentos. Y a los mismos migrantes que sepan descubrir que en la medida en que ellos pasan por estos países, comprendan que son personas de paso y que, por tanto, sean más conscientes y tolerantes en las realidades de la cultura que los acogen y que les ayudan a ir de paso por la realidad migratoria que les toca vivir.
Monseñor Hernández espera que este encuentro impulse a las Conferencias Episcopales de toda la región a trabajar de manera conjunta y fraterna, buscando una respuesta más humana y acogedora hacia los migrantes. Asimismo, hace un llamado a la comunidad cristiana a colaborar en todos los niveles y a las autoridades a ser más flexibles en la legalización de los migrantes, subrayando la importancia de la tolerancia y el respeto a las culturas de acogida.
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