Cuadernillos de sinodalidad, el Papa: La sinodalidad no es una moda organizacional
Paola Calderón - ADN Celam
«La sinodalidad no es una moda organizacional o un proyecto de reinvención humana del pueblo de Dios». Así comienza el prefacio que escribe el Papa Francisco para explicar a los lectores los objetivos y pertinencia de la colección titulada Cuadernillos de sinodalidad «En camino hacia una Iglesia constitutivamente sinodal».
Una obra de 25 volúmenes escrita por los teólogos Rafael Luciani y Serena Noceti que con el sello de las editoriales Celam, Claretiana y Queriniana, aporta desde la investigación, la elaboración conceptual, la recopilación de experiencias y el análisis de las estructuras eclesiales a la comprensión de un anhelo que el Papa define en este prefacio cuando habla de sinodalidad.
Un llamado
«Una realidad constitutiva que define el ser y el operar de toda la Iglesia, un llamado a caminar juntos como Pueblo de Dios, bajo el impulso del Espíritu que nos invita a desbordarnos como Iglesia en salida, misionera y en permanente reforma».
Concepto que respalda el deseo manifiesto de los autores de contribuir a un pontificado desde el principio y para quienes este prefacio es un regalo que está más allá de las palabras que una personalidad escribe para introducir el tema de un libro, abordar las intenciones de los autores o sembrar la curiosidad en los lectores antes de iniciar con el contenido de una publicación.
En este caso, se trata de «la visión que él tiene y que ve en estos cuadernillos que se puede llevar a cabo de forma pastoral y práctica…Es lo que en este momento estamos buscando con el Sínodo, es decir, el cómo y el Papa en este prefacio, nos ayuda a situarnos en lo que es la sinodalidad», afirma Rafael Luciani.
El prefacio habla del sentido de adherir a la sinodalidad, como único camino hacia la reforma de una Iglesia que anhela superar vicios arraigados como la autorreferencialidad y el clericalismo, hallando valor en el otro sin temor a la diferencia.
Iglesia de la escucha
Algo que se advierte al inicio de texto cuando el Pontífice asegura que hemos de entender la sinodalidad como una “dimensión dinámica, la dimensión histórica de la comunión eclesial, fundada por la comunión trinitaria que apreciando simultáneamente el Sensus fidei de todo el santo pueblo fiel de Dios, la colegialidad apostólica y la unidad con el sucesor de Pedro, ha de animar la conversión y reforma de la Iglesia a todo nivel”, esto explica porque para el Papa la sinodalidad no puede considerarse como algo optativo en la vida eclesial.
Para el Santo Padre una Iglesia sinodal supone una conversión de las mentalidades y prácticas, entre ellas se detiene en la escucha, porque bien señala el prefacio «una iglesia sinodal es una Iglesia de la escucha, con la conciencia de que escuchar, es más que oír, esto implica entender que, en la escucha recíproca, cada uno tiene algo que aprender».
Aspecto que según explica el Papa, se hace vida cuando todos logran abrirse a la escucha el «pueblo fiel, el colegio episcopal, el obispo de Roma: uno en escucha de los otros y todos en escucha del Espíritu Santo, el Espíritu de verdad», el mismo del se habla en el Evangelio de Juan y permite conocer aquello que Dios busca decir a las Iglesias.
Convicción que recuerda en este prefacio, lo llevó a convocar el Sínodo de la sinodalidad inaugurado en octubre de 2021. «Este acontecimiento representa un Kairós para la vida y la misión de la Iglesia, porque nos pone en movimiento como Pueblo de Dios, una invitación a escucharse de forma recíproca sin establecer límites al momento de imaginar, discernir y construir lo que Dios nos pide en esta nueva etapa eclesial».
Experiencia que enseña
Así el Papa Francisco invita a través de los Cuadernillos de sinodalidad a regresar a las fuentes, reflexionando sobre lo que es la sinodalidad a partir de la tradición de la Iglesia, la Sagrada Escritura y el Concilio Vaticano II. Igualmente exhorta a «aprender de las experiencias concretas que ya existen en tantas culturas, desde las que se viven en pequeñas comunidades pasando por otras en algunas diócesis e incluso las que existen a nivel continental».
Solo así asegura el Pontífice se «apreciará la práctica concreta de la sinodalidad y su conexión con los problemas cotidianos de las personas». Finalmente aboga por que “esta colección anime la construcción de una Iglesia sinodal y en salida misionera, que no solo favorezca la compresión de la sinodalidad, sino también su vivencia pastoral para construir entre todos, la Iglesia del tercer milenio».
En palabras de Rafael Luciani y Serena Noceti este prefacio los invita a considerar su trabajo al frente de los Cuadernillos de sinodalidad como “un fruto que pueda llevarse a muchos lugares para que podamos encontrar lo concreto de esta iglesia sinodal.
Por eso, cuando hizo el prefacio nos alegramos, porque no solo es algo solo de unos autores, sino que representa el apoyo de un pontificado que ha iniciado un proceso sinodal y al que nosotros hemos querido contribuir… el Papa ha dicho que la sinodalidad es lo que Dios le va a pedir a la Iglesia del tercer milenio y para nosotros es contribuir a este camino de iglesia, como teólogos y con esta palabra del Papa que va sustentar nuestro trabajo y ministerio».
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