La Iglesia debe asumir y liderar el desafío de la fraternidad
Ariana Pernía Paolini – Ciudad del Vaticano
Como antesala de la 53º edición del Congreso Eucarístico Internacional, se realiza en Quito el simposio “Fraternidad para sanar al mundo”, donde más de 800 personas de diversos orígenes, se reúnen a reflexionar, desde la perspectiva teológica, sobre la relación entre la Eucaristía y la construcción de la fraternidad.
Durante la ceremonia de instalación del congreso, el Arzobispo de Quito, monseñor Alfredo José Espinosa, señaló que el “simposio y este Congreso Eucarístico no van a hacer milagros” pero permiten tomar conciencia y asumir la fraternidad como un desafío que la Iglesia debe liderar al formar parte de la sociedad, de acuerdo a la información publicada por ADN CELAM.
Practicar la fraternidad universal
El foro que sucedió a la instalación, moderado por el Obispo Auxiliar de Quito, monseñor David de la Torre, se centró en una visión amplia de la fraternidad desde la literatura, la política, la historia y la cosmovisión indígena.
En el encuentro participaron la expresidente y académica Rosalía Arteaga, el historiador Gonzalo Ortiz, el diplomático Juan Carlos Holguín y la licenciada Juanita Guasgua, representante de los pueblos originarios. La educadora Arteaga, expresó que la sociedad debería remitirse a San Francisco de Asís, quien “predicó y practicó la fraternidad universal”, por lo tanto, la fraternidad debe no sólo unir a los hombres, sino que debe hacerlos uno con la naturaleza, con todas las especies.
Por su parte, el excanciller de Ecuador, Juan Carlos Holguín, destacó la resiliencia de los ecuatorianos para sobreponerse a las problemáticas globales que aquejan a su nación, por lo tanto, insistió en que para superar estos desafíos es necesaria la cooperación y muestras de fraternidad de parte de los entes gubernamentales.
Más allá de la espiritualidad
A su vez, el historiador Gonzalo Ortiz manifestó que la Iglesia siempre ha invitado a la comunidad a vivir de forma fraterna y, por tal motivo, “no podemos decir que la de Ecuador es una historia de enemigos”.
Finalmente, la licenciada Juanita Guasgua, representante de los pueblos indígenas, destacó que la fraternidad va más allá de la espiritualidad, que se trata de un decir y hacer, rasgo que caracteriza a su pueblo; por ello, admitió que la construcción de la fraternidad debe ir de la mano del regreso a los orígenes, pero siempre, con la mirada puesta en Dios.
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