Líbano: La gente tiene miedo, acogemos a quienes huyen
Roberto Cetera – Ciudad del Vaticano
La voz del padre Jihad Kraiem, guardián de los franciscanos en Beirut, desde ese Líbano donde la tensión es máxima tras la oleada de incursiones israelíes contra Hezbolá en el país.
Los ataques de las últimas horas han matado a más de quinientas cincuenta personas, entre ellas cincuenta niños, según el Ministerio de Sanidad libanés, así como a dos trabajadores de ACNUR. Los bombardeos han provocado la huida de familias chiíes: «Los bombardeos aún no han llegado a nuestros barrios, al menos por ahora están a salvo. No sabemos si seguirán estándolo», explica el padre Jihad a los medios de comunicación vaticanos.
«Acogemos a todos los que podemos»
El monasterio franciscano de Gemmayzeh ha acogido y sigue acogiendo refugiados en estas horas: «Acogemos a mucha gente, sobre todo a los niños a las mujeres y también a sus hombres, no podemos decirles que no... Acogemos a todos los que podemos. Tenemos que dar a estas personas comida, mantas, colchones, pero nos faltan muchas cosas. Lo que teníamos, lo distribuimos. También estamos viendo en otros centros, no sólo en el nuestro, qué necesitan para poder ayudarlos. Sobre todo, de cara al invierno, necesitan mantas: «Sobre todo en los sitios donde hace más frío», dice el franciscano. «Y luego necesitamos comida, leche para los niños...».
En busca de alimentos y artículos de primera necesidad
En estas horas, es difícil recuperar los productos de primera necesidad: «No sabemos dónde ir, todo el mundo corre a comprar, se hace difícil encontrar lo necesario, intentamos comprar un poco aquí y un poco allá, falta mucho».
«Nuestro convento – añade el padre Jihad Kraiem – es un lugar seguro por ahora. Todavía no están bombardeando zonas cristianas, nuestra zona es predominantemente cristiana y no creemos que vaya a ser bombardeada, al menos teniendo en cuenta lo que está ocurriendo ahora».
Sin embargo, el futuro es incierto y cambia por momentos: «No sabemos cómo seguirán las cosas...».
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