Peregrinación a Luján: “Madre, bajo tu mirada buscamos unidad”

Ariana Pernía Paolini – Ciudad del Vaticano

Este 5 y 6 de octubre se realizará la 50º Peregrinación Juvenil a pie a Luján, Argentina, por lo cual, desde la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular, se reconstruyeron y analizaron los pedidos e intenciones de los fieles a la Virgen de Luján para dar lugar al lema de la convocatoria, “Madre, bajo tu mirada buscamos la unidad”.

La Conferencia Episcopal de Argentina (CEA) evocó, a través de un comunicado, el objetivo de esta peregrinación de jóvenes, quienes se espera que puedan “ponerse en camino, encontrarse con Ella, y dejarse mirar por sus ojos llenos de ternura”; por tal motivo, los obispos destacaron que “los peregrinos llevan una oración concreta, motivada en su vida, oración que la Virgen Madre recibe en su corazón y comparte a Jesús”, por ende, la peregrinación tendrá un sentido de “oración de petición, intercesión y agradecimiento”.

Del mismo modo, la CEA rememoró la primera peregrinación que se realizó hacia el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Luján, la cual tuvo sus inicios un 25 de octubre de 1975 y, ahora, 50 años más tarde, continúa atrayendo fieles desde todas partes de Argentina y América.

Nuestra Señora de Luján

El origen de la advocación de la patrona de Argentina, Paraguay y Uruguay se remonta al año 1630, cuando un hacendado portugués, Antonio Farías Sáa, decidió construir una capilla en honor a la Virgen María, por ello, solicitó a un amigo que le llevara desde Brasil una imagen de la Inmaculada Concepción para poderla venerar en la capilla; su amigo, fiel a su pedido, le envió en un carruaje dos imágenes de la Virgen, cada una en un cajoncillo distinto.

Luego de tres días de viaje, a las orillas del río Luján, los arrieros se detuvieron a descansar, sin embargo, cuando decidieron retomar el viaje, los bueyes se negaron a continuar; no fue hasta que decidieron bajar uno de los cajones que los bueyes continuaron la marcha sin dificultad; entonces, cuando la curiosidad les llevó a abrir el cajón, se encontraron con una pequeña imagen de la Inmaculada Concepción que, cuando era devuelta al carruaje, los bueyes dejaban de andar; esto llevó a los fieles a interpretar el hecho como fruto de la providencia y, desde ese momento,  la imagen de la Virgen atrae a miles de feligreses.

El primer santuario dedicado a su advocación, se inauguró en 1763 y fue para 1887 que se realizó la coronación canónica de la Virgen de Luján. Finalmente, para 1930, al cumplirse los 300 años de la llegada de la Inmaculada a la nación, el obispo de La Plata y de Luján, monseñor Francisco Alberti, hizo la petición en nombre del episcopado argentino, uruguayo y paraguayo, al Papa Pio XI de declarar oficialmente a la Virgen de Luján como patrona de las tres repúblicas, petición que fue escuchada y concedida el 8 de septiembre del mismo año.