Comunidad en la diversidad: el ministerio de las hermanas en Australia
Sor Amata J. Nowaszewska CSFN
En línea con su carisma único, llevan apoyo espiritual y ayuda a las familias. Dicen que obtienen fuerza de la oración y de la comunidad. La provincia australiana de la Congregación de las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret acaba de realizar su reunión anual en
Baulkham Hills (Sídney). “Trabajamos en lugares diferentes, por tanto, no siempre logramos vernos. Es el momento de recuperar los que se ha quedado atrás, de rezar juntas y apoyarnos unas a otras", subraya sor Maureen, que ha llegado de Estados unidos y desempeña su ministerio en Australia.
De la unidad especial militar a la orden religiosa
Sor Rita era una soldado profesional en una unidad de élite de las fuerzas especiales en. Filipinas. Le gustaban los desafíos y las aventuras. La decisión de hacerse monja sorprendió a todos. Convenció a su familia diciendo “esta es la decisión más sensata de mi vida” y no ha cambiado de idea. Vive en Australia desde hace 20 años, donde se ha ganado el título de “doctora de las almas”. Ayuda a las familias con el ministerio pastoral en el hospital. Además, colabora con la Asociación de la Sagrada Familia, organizando encuentros de formación para familias. “Las hermanas de mi comunidad me apoyan de varias formas”, afirmó. “Una de las formas más importantes de apoyo es su oración. No pueden estar siempre conmigo, pero cada vez que pueden, estamos juntas con las familias”.
El asombro del Papa y el servicio de compasión
Sor Joanna, que viene de Polonia, trabaja con los enfermos y los ancianos desde hace más de 30 años. Antes de mudarse a Australia, colaboró con el arzobispo Karol Wojtyla (después Papa Juan Pablo II) en Cracovia. Su trabajo se basa en dar apoyo espiritual y emocional a los pacientes en tratamiento a largo plazo y a sus familias, a menudo en los momentos más difíciles de la vida.
Mencionando su decisión de ir a Australia, sor Joanna habla de una conversación personal con el Papa Juan Pablo II durante una audiencia en Roma. La vio entre la multitud y se detuvo para un momento de conversación. «Giovannina, ¿por qué vas?», preguntó sorprendido. Sin embargo, recibió su bendición y una nota escrita a manos con sus buenos deseos, que conserva todavía hoy como un recuerdo valioso.
“No estamos aquí para hacer grandes cosas”, explica sor Joanna. “Pero estamos siempre disponibles para las personas. Pueden llamarnos en cualquier momento, de día y de noche, y si es necesario estamos ahí”. Su trabajo va más allá de la comunidad polaca, involucra a personas de distintos orígenes y creencias, según el lema de los Servicios de la Sagrada Familia: “Hospitalidad, Amor y Aceptación”.
Responder a las necesidades espirituales
Pera las hermanas, toda persona es única y su misión es encontrar a las personas donde están – espiritual y emotivamente. Sor Paula, originaria de Bielorussia, actualmente trabaja en una escuela católica en Thornton, Newcastle. Su tarea es la de ofrecer asistencia pastoral tanto a los estudiantes como a los trabajadores. Quería ir de misión a África, pero decidió responder a una petición de Australia y encontró aquí su lugar.
“Australia es un país de misión”, reflexiona. "Las personas aquí necesitan a Dios, necesitan a Jesús, pero a un Jesús sencillo, no el de los manuales de teología, sino a Jesús que se sienta con ellos y escucha”. Quiere ayudar a los niños no solo a conocer la religión, sino sobre todo a amar a Jesús y a la Iglesia.
La fuerza de la comunidad
La Congregación de las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret está presente en Australia desde hace más de 70 años. Gestionan los Servicios de la Sagrada Familia en Marayong, que ofrece asistencia a personas mayores con 146 camas, una aldea de jubilados con 28 residencias y un centro de aprendizaje temprano para niños pequeños. Además de Marayong, las Hermanas de Nazaret sirven en otras áreas de Nueva Gales del Sur y Perth.
El encuentro provincial anual es muy importante para las hermanas. En el congreso que acaba de concluir, sor Margaret Kozub, superiora provincial, afirma: "La prioridad de este encuentro es estar juntas y disfrutar de nuestra presencia juntas. Es un momento de oración, formación y conversación sobre nuestra misión y sobre las cuestiones de la provincia”. Las hermanas están convencidas de que la fraternidad es fundamental para su misión en Australia.
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