Universidades en acción por un mundo más solidario
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
Ayer jueves 7 y hoy viernes 8 de noviembre, se lleva a cabo en la Universidad, LUMSA, Libera Università Maria SS. Assunta, una universidad de inspiración católica, el V Simposio Global "Uniservitate" que reúne a jóvenes, rectores, académicos y expertos de todo el mundo para debatir y reflexionar sobre cómo institucionalizar el aprendizaje-servicio solidario en las universidades católicas. El tema tratado ha sido “Transformando la educación superior desde adentro”.
Unir enseñanza y solidaridad
Esta iniciativa tiene como eje central la unión de la enseñanza académica rigurosa con la solidaridad, y busca integrar la fe, la educación y el servicio al prójimo. Entre las actividades programadas, se encontrarán con el Santo Padre el sábado 9 de noviembre. Este encuentro promete ser una fuente de inspiración, motivando a los participantes a seguir transformando la sociedad desde sus instituciones educativas.
Durante dos días, se ha profundizado en la espiritualidad del servicio y se exploraron las conexiones entre estos temas. Además, se abordaron las intersecciones entre el Pacto Educativo Global, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las buenas prácticas en aprendizaje-servicio solidario. En este encuentro, que cuenta con el apoyo del Dicasterio para la Culturta y la Educación, se presentaron los proyectos ganadores del Premio Universitate 2024. Se postularon más de 311 proyectos de los cinco continentes. De ellos, 14 fueron galardonados con el primer premio y otros 14 recibieron menciones especiales.
Universitate es sostenido por el Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario, CLAYSS, Enrique Ochoa director ejecutivo del centro explica que es CLAYS; y en concreto cómo ayudan a las distintas universidades e institutos de educación superior católicos.
Los premiados
Desde Guadalajara, México, los docentes Andrés Zuloaga y Carolina Levario, del Instituto Tecnológico y de estudios superiores de Occidente ITESO, explican a Vatican News, la emoción de haber sido premiados, y de qué trató su proyecto iniciado hace diez años sobre la gestión del agua. Un tema de mucho interés en el mundo ante el desabastecimiento de este recurso. Han llegado a participar a este simposio, porque hace parte del premio, representan así a las 16 comunidades, a los 500 alumnos del instituto, a los docentes, que juntos han realizado y siguen trabajando en este proyecto.
Trabajan en dos cuencas hidrológicas, trabajando la línea de gestión hídrica, la estrategia de prevención y gestión integral de residuos. También están trabajando en la línea de transición agro-ecológica, donde colaboran con productores para que tengan prácticas más sustentables al momento de producir los alimentos. Tienen una red de colaboración entre los estudiantes y las comunidades, que les permiten entrar en contacto entre ellos, y donde los estudiantes dan asistencia y orientaciones sobre ciertos temas, poniéndose al servicio, brindando herramientas y conocimientos, para mejorar sus condiciones y capacidades de las comunidades.
El Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) “San Pedro Valencia” que realizan los estudiantes del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), de la Universidad Jesuita de Guadalajara, inició en 2015 en respuesta al pedido de los pobladores de San Pedro Valencia para afrontar una crisis socioambiental provocada por la contaminación de la Presa De Hurtado. Se han impulsado numerosas acciones de gestión hídrica y de gestión de residuos, sensibilización y concientización sobre la preservación y recuperación de ecosistemas y medios de vida de la población afectada. Actualmente la Universidad colabora con 13 localidades de la subcuenca del río Salado cuyos ecosistemas se vieron afectados.
En la comunidad el impacto de los PAP, entre 2021 y 2024, fue muy positivo dado que, entre otras cosas, proveyó a las organizaciones participantes de herramientas para identificar la problemática de los bienes comunes vinculados a sus territorios, promovió su interacción con redes de instituciones afines y la mejorado de sus capacidades para el autogobierno.
Gabriela Duarte, estudiante de Arquitectura de la Pontificia universidad Javeriana en Bogotá, representa a otro de los ganadores. Revelando Realidades: La exclusión silenciada de la comunidad afrodescendiente en Tierra Bomba, Cartagena, Colombia.
Los estudiantes llevaron adelante una investigación sobre la problemática generada por la carencia de agua potable faltante que se considera la principal forma de exclusión y, a partir del intercambio con los residentes, hicieron propuestas arquitectónicas y urbanísticas que reflejaran las visiones y necesidades de la comunidad.
En el impacto entre estudiantes y comunidad: los estudiantes mejoraron sus aprendizajes académicos y desarrollaron competencias profesionales clave, preparándolos para enfrentar los desafíos del mundo real en su futura carrera profesional. En la comunidad se registraron mejoras en el acceso al agua potable, en la calidad de la vivienda y el fortalecimiento de la resiliencia comunitaria y sus lazos sociales, recursos locales y sistemas de apoyo mutuo a exigencias de comunidad.
Otros premiados fue la Universidad de Lovaina, Bélgica que en colaboración con la universidad Centroamericana José Simeón cañas de El Salvador realizaron proyecto Arquitectónico sobre guerra civil del 1980 al 1992 en Centro América. Harold Fallon y Evelia Macal del curso de arquitectura de la universidad de Lovaina explican el proyecto: memoria y sobrevivientes en El Salvador de la post guerra.
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