Un nuevo santuario dedicado a Juan Pablo II en Camerún

Vatican News

«Hoy la evangelización debe renovarse, en el sentido de que la rápida evolución de la sociedad suscita nuevos desafíos, un poco como los que experimentaron algunas Iglesias de la antigüedad. Por tanto, con medios a menudo muy reducidos, debéis llevar a cabo con decisión una pastoral acorde con este nuevo tipo de problemas». Las palabras pronunciadas hace cuarenta años por el Papa Juan Pablo II durante su viaje apostólico a Camerún, releídas hoy, parecen más proféticas que nunca, si consideramos la historia de un grupo de misioneros polacos de la Congregación de Clérigos Marianos que partieron hacia Camerún en 1999.

La estructura dirigida por los misioneros

Inspirados también por las palabras de su Papa compatriota, los misioneros polacos llegaron en 2014 a Minkama, localidad de la diócesis de Obala, donde erigieron una pequeña capilla, la tercera de los Clérigos Marianos en Camerún. La primera fue en Atok, la segunda en Ngoya, donde construyeron un seminario. Diez años después de la construcción de aquella primera pequeña iglesia en Minkama, al final del rito de dedicación del nuevo altar durante la solemnidad de Cristo Rey, el obispo de Obala, Sosthène Léopold Bayemi, anunció la publicación del decreto de elevación a santuario de la nueva iglesia. Misioneros de la misma congregación que llegó a esta parte de Camerún hace diez años dirigirán la nueva estructura.

El rito de dedicación del altar

En el solemne rito de dedicación del altar estuvieron presentes, entre otros, el arzobispo José Avelino Bettencourt, nuncio apostólico en Camerún, Damase Zinga Atangana, obispo de la diócesis de Kribi, y Paul Lontsie-Keune, obispo de la diócesis de Bafoussam. También estuvieron presentes el superior general de la Congregación de Clérigos Marianos, padre Joseph Roesch, MIC, el superior de la provincia polaca, padre Eugeniusz Zarzeczny, MIC, y varios sacerdotes representantes de las parroquias polacas que apoyaron la construcción de la iglesia. La construcción fue llevada a cabo, literalmente, por los propios feligreses. De hecho, muchos de ellos trabajan para una empresa de construcción. Y ahora el espacio también puede ser utilizado por los jóvenes. Todos los años, durante los meses de vacaciones, unos 400 jóvenes, procedentes de los dos grandes sectores en los que se divide el inmenso territorio parroquial, acuden a rezar, asistir al catecismo y prestar ayuda allí donde se necesita.

Tantos servicios para la gente

En los últimos años, gracias a la labor de los misioneros, son muchos los servicios en el ámbito social que ofrece la parroquia, desde la ayuda a madres solteras hasta el apoyo a personas con bajo nivel de escolarización. Hasta la fecha, la parroquia, que ocupa una superficie de 1.100 metros cuadrados, cuenta con un total de 3.000 católicos bautizados. La ceremonia del domingo pasado, a la que asistieron decenas de personas, precedida de momentos de oración y encuentros de meditación, fue por tanto también una ocasión para elevar un canto de agradecimiento al Cielo. Y es que en la misma celebración se conmemoraron cuatro aniversarios importantes: los 350 años del nacimiento de la Congregación de los Clérigos Marianos de la Inmaculada Concepción, los 25 años de su presencia en Camerún, el 10º aniversario de la canonización de San Juan Pablo II y, como ya se ha señalado, el 10º aniversario de la existencia de la propia parroquia.