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Cristianos en una iglesia en Siria. Cristianos en una iglesia en Siria.   (AFP or licensors)

Comece: que Siria tenga una transición de poder ordenada y pacífica

Mons. Marino Crociata, presidente de la Comisión de Conferencias Episcopales Europeas, envió una carta de cercanía a los obispos de Alepo: hay que rechazar el extremismo y el sectarismo, garantizar la ayuda a los desplazados y la protección de las minorías religiosas

Giovanni Zavatta - Ciudad del Vaticano

Rechazar el sectarismo y el extremismo, «al tiempo que se acogen las contribuciones e identidades únicas de las numerosas minorías étnicas y religiosas que enriquecen la nación de Oriente Medio», proteger los templos y lugares religiosos pertenecientes a las minorías, facilitar el acceso a la ayuda humanitaria y garantizar el regreso seguro de los desplazados internos a sus hogares: son los deseos de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (Comece), que hoy, 11 de diciembre, en una nota informa de que los obispos de la UE siguen de cerca los acontecimientos en Siria y expresan, dirigiéndose al nuevo Gobierno, «su esperanza de una transición ordenada y pacífica del poder». También se subraya que, antes de la caída del gobierno de Bashar al-Assad, el presidente de la COMECE, monseñor Mariano Crociata, dirigió una carta, fechada el 7 de diciembre, al arzobispo de Alepo de los maronitas, Joseph Tobjie, y a todos los demás prelados de las Iglesias cristianas de Alepo. «Le escribo con el corazón lleno de solidaridad, compasión y profunda preocupación por el inmenso sufrimiento y la incertidumbre que usted y sus fieles están soportando en Alepo y otras partes de Siria», dice Crociata en el mensaje, reafirmando el compromiso de Comece de apoyar las necesidades del pueblo sirio, desde la movilización de recursos para ayudar a reconstruir los hogares hasta la restauración de los medios de subsistencia, pasando por la búsqueda de una solución pacífica al conflicto en curso.

«Estamos profundamente conmovidos por la resiliencia y la fe de las comunidades cristianas de Siria, que siguen dando testimonio del amor de Cristo incluso ante tanta adversidad. Vuestra firmeza a la hora de mantener los ritos sagrados, cuidar de la comunidad y ofrecer esperanza a los que están soportando el impacto de la guerra», señala Mons. Crusciata en la carta, “es un testimonio de la fuerza de vuestra fe y de la presencia duradera del Espíritu Santo entre vosotros”. La esperanza es que los cristianos de Siria «puedan permanecer en su patria y seguir siendo testigos de nuestro Señor y contribuyendo a su sociedad con espíritu de fraternidad y servicio a los demás».

A su vez, los obispos europeos aseguran sus oraciones y esfuerzos que, aunque «no sea más que un pequeño gesto de solidaridad y de fe, [...] esperamos que transmita la profundidad de nuestra preocupación y la fuerza de nuestro vínculo como hermanos y hermanas en Cristo». Por último, una reflexión con vistas a la próxima Navidad: «Para los cristianos, la celebración del nacimiento de Jesucristo ofrece una luz de esperanza. En estos tiempos de oscuridad, deseamos compartir con todas las personas que sufren en Alepo y en el resto de Siria el mensaje del 'Príncipe de la Paz', que trasciende todas las fronteras y nos invita a abrazar la solidaridad y la fraternidad humanas en nuestros corazones y acciones. Que el Señor siga bendiciéndoos, protegiéndoos y dándoos la fuerza para perseverar en la fe. Rezamos -concluye Crociata- por la paz en Siria, el fin del sufrimiento y el restablecimiento de la esperanza y la dignidad para todos los afectados por este conflicto».

 

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11 diciembre 2024, 12:38