Pizzaballa entra en Belén para la celebración de la Navidad
Roberto Cetera - Ciudad del Vaticano
Entre dos filas de innumerables personas que le esperaban, el patriarca de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa, hizo su entrada solemne en Belén a última hora de la mañana de este martes 24 de diciembre de 2024, dando comienzo a las celebraciones y liturgias de la Santa Navidad.
El Patriarca entró como de costumbre por la puerta del muro medianero, junto a la tumba de Raquel, y luego recorrió el centro de la ciudad que dio la Navidad a Jesús. Dándole la bienvenida, precediendo a la multitud, estaban los scouts de Belén con pancartas dándole la enhorabuena y ensalzando una paz que aún está muy lejos. Entre ellos, uno rezaba "Nuestros niños quieren jugar y reír". La acogida de este año, a diferencia de la del año pasado, fue más numerosa y serena debido a las perspectivas de una tregua en Gaza que ahora parecían más cercanas.
Deseos de paz
La población de Belén ha sufrido mucho en los últimos catorce meses: la falta de peregrinos y las restricciones a la movilidad impuestas por las autoridades israelíes han creado graves dificultades económicas a muchas familias.
Al final de la procesión, una vez llegados a la plaza del pesebre que da a la Basílica de la Natividad, tras una oración en la iglesia de Santa Catalina, Pizzaballa dirigió unas palabras a los participantes, invitándoles a transmitir a todos buenos deseos de paz e invitándoles a volver a visitar Belén, porque no hay que dejarse vencer por el miedo. Esta noche, Pizzaballa celebrará la misa solemne de Nochebuena en la iglesia de Santa Catalina, y de nuevo mañana por la mañana.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí