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Tierra Santa, Patton: Mantener viva la esperanza incluso cuando se desencadena el mal

El custodio presidió el domingo en la iglesia de Santa Catalina, junto a la Basílica de la Natividad de Belén, la misa del primer domingo de Adviento. Durante su homilía citó el testimonio de un joven refugiado en la parroquia de Gaza que escribió en L'Osservatore Romano: «Rezamos cada día por la paz y la seguridad en nuestro país y en todo el mundo. Estamos seguros de que esta guerra terminará muy pronto y los días venideros serán mejores».

Roberto Cetera - Belén

Cerca de mil personas han participado el domingo en la iglesia de Santa Catalina, adyacente a la Basílica de la Natividad de Belén, en la Misa solemne presidida por el Custodio de Tierra Santa, el padre Francesco Patton, con motivo del inicio del Adviento a pocos metros de la gruta donde nació Jesús.

El ambiente era muy distinto al del año pasado, cuando -apenas dos meses después del comienzo de la guerra- se palpaban graves tensiones y temores entre la población de Belén.  Estos días, en cambio, empiezan a surgir algunos atisbos de esperanza entre la población tan castigada por la situación económica, debido a las noticias que se filtran sobre la reanudación de las negociaciones -con la mediación de Egipto- para alcanzar una tregua en los combates. 

Mantener viva la esperanza

Precisamente el tema de la esperanza fue el centro de la homilía del padre custodio, que en este tiempo de espera que nos separa de la Navidad instó a «mantener viva la esperanza»: «Tenemos que saber velar rezando como sugiere Jesús», dijo Patton. A continuación citó, durante la liturgia concelebrada con el padre Ibrahim Faltas, vicario de la Custodia de Tierra Santa, el testimonio de un joven, Suhail Abo Dawood, entre los muchos refugiados acogidos en la parroquia de la Sagrada Familia de Gaza. Aquella mencionada muchas veces por el Papa, que transmite su cercanía a las personas allí reunidas con llamadas telefónicas diarias.

El testimonio de un joven en la parroquia de Gaza

El joven, informó el custodio, en una columna de L'Osservatore Romano titulada «Vi scrivo da Gaza» (Les escribo desde Gaza), relató cómo bajo los bombardeos más terribles se sentía seguro porque estaba en la Iglesia rezando con otros cristianos y sentía que su vida estaba en manos de Dios». Hace tan sólo unos días, Suhail escribió para contar que su abuelo había muerto: «Las palabras, sin embargo, no eran tristes sino, al contrario, llenas de gratitud y esperanza porque su abuelo pudo morir cristianamente», informó Patton, citando algunos pasajes del texto del joven: «Damos gracias a Dios todos los días por todas las gracias de los dones que nos ha dado, rezamos todos los días por la paz y la seguridad en nuestro país y en todo el mundo. Estamos seguros de que esta guerra terminará muy pronto y los días venideros serán mejores».

Levantar la mirada al cielo

Para el padre Patton, «es importante tener esta actitud de oración vigilante y agradecida para poder mantener viva la esperanza». «Levantar la mirada al cielo, a Jesús -fue su deseo final-, que viene, y no abatirnos cuando el mal se desata como una tormenta sobre nuestras vidas».

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02 diciembre 2024, 14:05