Carlo Acutis, una reliquia en la prisión napolitana de Nisida
Roberta Barbi - Ciudad del Vaticano
Un día especial, transcurrido entre la reflexión y la oración. Esto es lo que han vivido los jóvenes huéspedes del Instituto Penitenciario Juvenil de Nisida, en Nápoles, al acoger la reliquia del Beato Carlo Acutis. La iniciativa fue promovida en el marco del Festival de la Vida de Caserta -que llega a su decimoquinta edición- dedicado este año al tema «Vivir es... actuar». Les acompañó en esta experiencia su infatigable capellán, el padre Fabio De Luca, que es también párroco de San Vitale en el barrio napolitano de Fuorigrotta y vicario episcopal para la Caridad en la diócesis de Pozzuoli: «Para estos jóvenes era importante confrontarse con la figura de un joven que hizo opciones de vida y no de muerte», comentó a los medios de comunicación vaticanos.
La vida buena frente a la buena vida
Según el capellán de Nisida, ésta es la principal lección que la figura de Carlo Acutis ha dado a sus muchachos: «Acutis optó por una vida plena, en la que disfrutó de todo lo que vivió, una vida feliz, aunque fuera corta -dice- demasiado a menudo juzgamos la vida por el criterio de la cantidad: sólo nos fijamos en los que viven mucho o en los que tienen mucho, pero es la calidad de vida lo que marca la diferencia, y en esto Carlo Acutis es un modelo para todos, no sólo para los jóvenes». La buena vida contra la vida buena, por lo tanto, un mito que es absolutamente necesario desmontar: «Los jóvenes se interrogan con dificultad, como sucede a menudo cuando se encuentran con jóvenes que tienen un estilo de vida diferente del suyo», explica el padre Fabio, «pienso en cuando celebramos la misa con los scouts, con los jóvenes de la parroquia o con los de Renovación del Espíritu Santo, estas ocasiones son importantes precisamente porque luego provocan en ellos interrogantes».
Esperanzas para el Año Santo
Estamos en el año jubilar dedicado a la esperanza, que, como enseña el Papa Francisco, nunca debe faltar, sobre todo en un contexto como el carcelario y más aún entre los reclusos más jóvenes: «Su esperanza para este año, por supuesto, es salir», bromea el padre De Luca. «Mi esperanza para ellos es que ganen la libertad, pero la verdadera, la interior de decidir autónomamente sin tener que sufrir las elecciones de otros que desde pequeños quizá te ponen una dosis en vez de una pistola en la mano». El capellán cuenta también cómo ha cambiado el contexto penitenciario juvenil en los últimos diez años: «Los jóvenes extranjeros son los más desolados, con historias y situaciones muy dolorosas a sus espaldas – dice – por eso son más reacios a aceptar la propuesta educativa que se les hace en el instituto, pero incluso con los italianos es difícil, son cada vez más impermeables a modelos diferentes de los patrones que han recibido de sus familias y de la sociedad en la que están insertos.
Nisida y el alter ego de «Mare fuori»
El instituto de menores de Nisida es idealmente el telón de fondo de la popularísima serie de televisión Mare fuori, que ya va por su quinta temporada. Pero la realidad es distinta de la ficción. «Cuando voy a los colegios a dar mi testimonio, siempre se lo explico a los niños», concluye el padre Fabio. «Conocí a uno de los autores, que me explicó que no querían retratar la realidad de la cárcel de menores, sino la dinámica entre adolescentes y adultos en un contexto de desviación». Pero en Mare fuori no existe la figura del capellán, que en realidad está siempre al lado de los chicos.
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