Derrumbe del puente de Génova, el card. Bagnasco: confiamos la ciudad a María

Amedeo Lomonaco - Ciudad del Vaticano

Hoy miércoles 15 de agosto, en la fiesta de Nuestra Señora de la Asunción, todas las iglesias de la Arquidiócesis de Génova recordarán, con oraciones específicas, a las víctimas y a toda la ciudad. “La comunidad cristiana – se lee en un comunicado del arzobispo de Génova, el cardenal Angelo Bagnasco – se estrecha en un abrazo solidario a las familias de las víctimas y está cerca de los heridos. Agradece con admiración a los salvadores, que una vez más fueron generosos en su oportuna intervención".

En una entrevista exclusiva con Vatican News, el cardenal Bagnasco señala también que este día de dolor puede dar lugar a un mayor amor por la ciudad, recientemente herida por circunstancias dolorosas.

Génova es una ciudad que recientemente ha sido sacudida por desastres naturales, como la inundación de 2014, el grave accidente en el puerto de 2013. La tragedia del puente es otra dramática herida que muestra cómo el territorio necesita una planificación cuidadosa y un trabajo constante de control y prevención...

R.- Ciertamente este es un hecho al que esperamos que se le preste mayor atención; pero incluso en estas circunstancias, la ciudad ha mostrado sus propias fragilidades, que son algo constitutivas, pero al mismo tiempo, en el plano del espíritu de la gente y de la ciudadanía, también ha mostrado la capacidad de una reacción positiva y de una solidaridad concreta.

¿Qué puede nacer de este día de luto, pero también de esta reacción comunitaria, precisamente para el futuro de Génova? ¿Este triste día puede ser el comienzo de qué cosa?

R.- De un amor más grande por Génova, de un amor más grande por una ciudad que tiene un ánimo grande y que siempre lo ha mostrado en la historia, una historia de comercios, de encuentro, de apertura. Es un lugar de mar, de genialidad también industrial y en muchos niveles. Así que es una ciudad que tiene también, por su belleza intrínseca, todo por descubrir, pero sobre todo por el estilo que a veces puede parecer casi cerrado, de hecho es reservada y humilde, pero fuerte con gran vigor interior. Por lo tanto, espero sinceramente que este crecimiento se produzca: que el amor por Génova, por nuestra ciudad, crezca en todos nosotros los genoveses.

Eminencia, escuchando a los párrocos de la Diócesis, ¿ha advertido usted una voz única y una gran cercanía a las víctimas? ¿Se trata de un coro único que se eleva de la diócesis de Génova?

R.- Absoutamente sí. He oído a los párrocos directamente afectados por esta tragedia; estamos en estrecho contacto con ellos y están cerca de la población y, en particular, de las familias que, por prudencia, deben desalojar sus casas. Hemos puesto a disposición de las autoridades la posibilidad de recibir a cualquier persona desplazada en nuestras instalaciones, que ya están listas.