Masacre y revuelta al Nordeste de la República Democrática del Congo
José Villanueva – Ciudad del Vaticano
Una incursión de rebeldes ugandeses de la Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), irrumpieron en la ciudad congoleña de Beni y en el municipio de Rwenzori y Beu, ubicada al noreste de la República Democrática del Congo, la noche del sábado 22 de septiembre.
Según la información proporcionada por la Agencia Fides, los rebeldes llegaron a la ciudad situada en la frontera con Uganda y cerca de la ciudad de Beni, en Kivu del Norte. El lamentable ataque dejó al menos 14 civiles y 4 militares fallecidos, además de un centenar de personas heridas.
Proteger a la población y salvaguardar la soberanía nacional
El Obispo de la diócesis de Butembo-Beni, Monseñor Sikuli Paluku Melquisedec, instó a las fuerzas del gobierno y a la Misión de la Organización de las Naciones Unidas para la estabilización en República Democrática del Congo (MONUSCO), de revisar su estrategia de lucha contra el ADF en Beni:
"expreso especialmente mis condolencias a las familias que inesperadamente perdieron a sus seres queridos en esta tragedia insoportable y, en la fe en Jesús, que es la resurrección y la vida, recomiendo las almas de estos inocentes en la misericordia de Dios" así lo expreso el purpurado en un comunicado a la Agencia Fides tras ser abordado sobre este atroz incidente.
Por último, el Obispo instó a las autoridades del gobierno a garantizar con mayor responsabilidad su trabajo, proteger a la población, y salvaguardar el territorio y la soberanía nacional del país africano.
Más de 1500 víctimas y 800 secuestros ocurridos en la RDC
Desde que la situación se ha salido de control desde el 2014 en la República Democrática del Congo por consecuencia de los constantes ataques de los grupos rebeldes, más de 1.500 personas han sido asesinadas y cometido 800 secuestros.
Se trata de una formación de matriz islamista en una región mayoritariamente cristiana, donde han tenido presencia los Misioneros de África (Padres Blancos), cuyo trabajo ha sido la promoción de la dignidad humana y la evangelización en medio de los musulmanes. La localidad de Beni también se encuentra en el centro de la actual epidemia de Ébola en el este del Congo, cuyos estragos han matado a 99 personas y ha dejado huérfanos a casi 200 niños, señala la Agencia Fides.
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