ONU: el 2018 fue el cuarto año más caluroso desde 1880

Ciudad del Vaticano

Desde Ginebra, la Organización Meteoróloga Mundial (OMM) confirmó el 6 de febrero que el período comprendido entre los años 2015 y 2018 ha sido el más caluroso desde que se tiene registro. La OMM publicó un análisis consolidado por cinco bancos de datos internacionales que demuestran que la temperatura promedio global de la superficie terrestre el año pasado fue aproximadamente de 1ºC por encima de las temperaturas preindustriales (1850-1900).

Y de hecho, el 2018 fue el cuarto más cálido registrado hasta el momento, mientras el primero sigue siendo el 2016, que se vio influenciado por el conocido evento de “El Niño”, ubicándose con 1,2ºC por encima de la época preindustrial.

Los eventos climáticos extremos son consistentes 

Tal como lo explica el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas, “la tendencia de la temperatura a largo plazo es mucho más importante que la clasificación de años individuales, y esta tendencia es ascendente”. De hecho, “el grado de calentamiento durante los últimos cuatro años ha sido excepcional, tanto en la tierra como en el océano". Y asegura que las temperaturas son sólo una parte de la historia, ya que el clima extremo y de alto impacto afectó a muchos países y millones de personas en el 2018, con repercusiones devastadoras para las economías y los ecosistemas”.

Y  recalcó que “muchos de los eventos climáticos extremos son consistentes con lo que esperamos de un clima cambiante. Ésta es una realidad que debemos afrontar. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y las medidas de adaptación al clima deberían ser una de las principales prioridades mundiales".

Según la OMM, las intensas olas de calor son cada vez más frecuentes como resultado del cambio climático. A la vez que afirma que el calor extremo del hemisferio sur ha contrastado con el frío extremo de algunas partes del norte de América en el mes de enero.

El calentamiento del Ártico redobla el promedio mundial

Según el Secretario General de la OMM, “el Ártico se está calentando al doble del promedio mundial”. Tanto es así que “una gran fracción del hielo en la región se ha derretido”. Y esos cambios “están afectando los patrones climáticos fuera del Ártico en el hemisferio norte”. En efecto, explica que “lo que sucede en los polos no se queda en los polos, sino que influye en el clima y las condiciones climáticas en latitudes más bajas, donde viven cientos de millones de personas".

Datos “preocupantes según el Secretario General de la ONU

António Guterres aseguró en un comunicado emitido por su portavoz que los datos publicados por la OMM son "preocupantes" y confirman la urgencia de abordar el cambio climático, como se destaca en el reciente informe especial del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático sobre los impactos de llegar a 1,5º C por encima de los niveles preindustriales.

Guterres recordó que limitar el aumento de las temperaturas requerirá transiciones rápidas y de largo alcance en la tierra, que implica los ámbitos de la energía, la industria, los edificios, el transporte y las ciudades" y que las emisiones de dióxido de carbono emitidas por los seres humanos caigan al menos un 45% para el año 2030.

El Secretario General de la ONU señala que, para hacer estas transformaciones, es necesario aumentar significativamente el nivel global de acción y ambición climática. La Cumbre de Acción Climática que se celebrará el próximo 23 de septiembre, tendrá como objetivo movilizar la voluntad política para lograr de los objetivos del Acuerdo de París y “para demostrar una acción transformadora en todas las áreas donde sea necesario", explicó su portavoz, Stéphane Dujarric.

Nueve áreas clave de la próxima Cumbre de Acción Climática

Esta Cumbre se centrará en nueve áreas clave, a saber: ambición de mitigación; transición energética; transición de la industria; soluciones basadas en la naturaleza; infraestructura, ciudades y acción local; financiamiento climático y fijación de los precios del carbono; resiliencia y adaptación; factores sociales y políticos y movilización.

Al respecto cabe destacar que en el n. 8 de la Carta Encíclica del Santo Padre Francisco Laudato si’, sobre el cuidado de la casa común, del 24 de mayo de 2015, se lee:

“El Patriarca Bartolomé se ha referido particularmente a la necesidad de que cada uno se arrepienta de sus propias maneras de dañar el planeta, porque, ‘en la medida en que todos generamos pequeños daños ecológicos’, estamos llamados a reconocer ‘nuestra contribución – pequeña o grande – a la desfiguración y destrucción de la creación’. Sobre este punto él se ha expresado repetidamente de una manera firme y estimulante, invitándonos a reconocer los pecados contra la creación: ‘Que los seres humanos destruyan la diversidad biológica en la creación divina; que los seres humanos degraden la integridad de la tierra y contribuyan al cambio climático, desnudando la tierra de sus bosques naturales o destruyendo sus zonas húmedas; que los seres humanos contaminen las aguas, el suelo, el aire. Todos estos son pecados’. Porque ‘un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios’”.