Protestas violentas en Honduras por intentos de privatizar educación y salud
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
El centro de la capital, cuyos accesos amanecieron ayer cerrados y acordonados por las fuerzas del orden, se convirtió en una batalla campal entre los manifestantes que querían protestar frente a la sede del Parlamento hondureño. Portavoces de los maestros y del sector de la salud habían anunciado que llegarían hacia las 13.00 hora local en una marcha pacífica desde un bulevar en el extremo oriental de la ciudad, pero los disturbios comenzaron unas dos horas antes, cuando pequeños grupos intentaban llegar hasta la sede del Legislativo. Según la agencia EFE, los manifestantes lanzaban piedras a las fuerzas del orden, que respondían con bombas lacrimógenas y cañones de agua.
Se protesta contra leyes que buscan privatizar salud y educación
Las protestas, que iniciaron la semana pasada contra una Ley de Reestructuración y Transformación del Sistema Nacional de Salud y Educación, aprobada por el Parlamento, hoy se han extendido en varias ciudades del país con marchas y bloqueos de carreteras importantes con quema de neumáticos, entre otras acciones. También se han paralizado en gran medida las labores en escuelas y colegios públicos, lo mismo que en hospitales. Efe afirma que a las manifestaciones de maestros y del sector de la salud se han sumado estudiantes de educación media y universitaria, lo mismo que activistas de partidos de oposición. Los manifestantes aducen que mantendrán su lucha hasta que sea derogada la ley aprobada por el Parlamento, que para hoy convocó a los diputados para tratar el caso, al parecer con la idea de derogarlo para que cesen las protestas. Señalan además que la ley aprobada se orienta a privatizar la educación y la salud, y que vendrían masivos despidos de maestros y personal de la medicina, a lo que autoridades de ambos sectores, incluso el ministro de la Presidencia, Ebal Díaz, han reiterado que eso no es cierto.
Una marcha con hechos de violencia
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras, Roberto Herrera, expresó este lunes su repudio ante los graves hechos de violencia que han ocurrido en el país, que han dejado muchos lesionados, detenidos, destrozos en edificios y el incendio de al menos cuatro inmuebles. Herrera indicó en un comunicado que "repudia cualquier tipo de violencia, porque la misma sólo genera odio, hostilidad y más violencia, que perjudica principalmente a los sectores más vulnerables de la población". Agregó que los funcionarios encargados de aplicar la ley deben "respetar la libre manifestación y evitar el empleo excesivo de la fuerza mediante la utilización desproporcional e indiscriminado de bombas lacrimógenas". El defensor del pueblo hondureño señaló que la libertad de reunión y la manifestación pacífica deben "respetarse", mientras que las autoridades deben "favorecer su pleno ejercicio, siempre que no haya alteración del orden público por parte de quienes se manifiestan o amenazan contra derechos de terceras personas o la propiedad pública o privada".
Además destaca que toda reunión y manifestación debe "ser pacífica por su objetivo final, así como por su procedimiento mediante el cual se desarrolla", ya que la persona que "utiliza piedras altera el orden público y daña la propiedad pública o privada o causa daños a terceros debe sujetarse a la aplicación objetiva de la ley". El ombudsman hondureño también dijo que es "injustificable y repudiable la agresión" hacia periodistas, e instó a los manifestantes y políticos a iniciar un diálogo para buscar "soluciones permanentes por los medios pacíficos propios de una democracia representativa y participativa". Tegucigalpa, la capital de Honduras, ha vivido hoy un caos por el enfrentamiento entre manifestantes de los sectores de la educación y la salud. El enfrentamiento ocurrió cuando la Policía disolvía las protestas, por un decreto aprobado la semana pasada por el Parlamento asociado a la Ley de Reestructuración y Transformación del Sistema Nacional de Salud y Educación.
Destrucción de edificios en la capital
Los manifestantes, muchos con el rostro cubierto, destruyeron en el centro de Tegucigalpa cristales de negocios de comidas rápidas, entre otros, y lanzaron bombas tipo molotov contra dos edificios de la Alcaldía Municipal, uno de la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel) y una farmacia situada a un costado de uno de los inmuebles municipales, informaron fuentes oficiales. Uno de los históricos edificios municipales se localiza a un costado de la catedral de Tegucigalpa. En el segundo inmueble municipal, siempre en el casco histórico de Tegucigalpa, había varias personas en la parte alta cuando se registró el fuego en el área media del inmueble.
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