Malí: recrudecimiento de la violencia tras dos nuevos ataques
Ciudad del Vaticano
Según un comunicado del Gobierno de Malí, el balance provisional de víctimas apunta también a numerosos heridos por estos ataques perpetrados en las localidades de Gangafané y Yoro. Tal como informa la agencia de noticias EFE, aunque la fuente no dio detalles sobre los asaltantes, calificó ambas matanzas como “actos terroristas” y añadió que el poder Ejecutivo mandó refuerzos a la zona.
Fuentes locales cifraron anteriormente el número de víctimas en 41 muertos, además de varias personas secuestradas, y detallaron que los ataques fueron cometidos por un centenar de hombres armados no identificados que cercaron y actuaron contra las dos localidades a bordo de motocicletas.
Ambos ataques se produjeron en la región de Mopti, escenario en los últimos cuatro años de un recrudecimiento de violencia interétnica entre los dogon y los nómadas peuls por el control de las tierras.
Uno de los enfrentamientos étnicos más graves ocurrió el pasado 10 de junio, cuando 160 civiles de etnia peul murieron en un ataque contra su aldea en Ogossagou, en el centro de esta nación.
La inestabilidad que afecta a Malí comenzó con el golpe de Estado de 2012, cuando grupos tuareg rebeldes, junto a organizaciones yihadistas, se hicieron con el control del norte del país durante diez meses.
Los yihadistas fueron teóricamente expulsados en el año 2013, gracias a una intervención militar internacional encabezada por Francia, pero extensas áreas del país, sobre todo del norte y del centro, escapan al control estatal, por lo que se aprovechan los grupos terroristas locales.
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