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Patricia Gualinga con el Cardenal Humes Patricia Gualinga con el Cardenal Humes

Patricia Gualinga: que la Iglesia se comprometa más a estar al lado del pueblo sufriente

Patricia Gualinga, una de las voces del pueblo Kichwa de Sarayaku, Ecuador, defensora de la Amazonía ecuatoriana y de los pueblos que la habitan. Lleva más de veinte años luchando contra las políticas extractivistas que destruyen esta región del mundo

Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano

Patricia Gualinga habla con voz dulce y pausada. Residente en el centro de la Amazonía ecuatoriana, a orillas del río Bobonaza, en el territorio ancestral de Sarayaku, donde viven unas dos mil personas.

Desde joven ha sido defensora de su territorio. A los 18 años de edad, caminó los 500 kilómetros que recorrieron 1200 indígenas de 148 comunidades aglutinadas en la Organización de Pueblos Indígenas de la Provincia de Pastaza. Desde su territorio hasta la capital, Quito. La propuesta de las organizaciones indígenas buscaba lograr un estatuto especial para la Amazonía y de esta manera evitar que la región fuese considerada solo desde la perspectiva de ser una abastecedora de recursos.

El presidente Rodrigo Borja los recibió; sin embargo, los resultados del encuentro fueron muy limitados.

Hoy, Patricia Gualinga continúa la lucha por la defensa de la Amazonía ecuatoriana. Ella observa que la frontera extractiva sigue avanzando, sin respetar leyes y con el apoyo del gobierno ecuatoriano.

Situación actual de los indígenas ecuatorianos

Preguntada por la situación actual de los pueblos indígenas en la Amazonía ecuatoriana, respondió que se siguen concesionando los territorios indígenas, así como la explotación de zonas ricas en biodiversidad, donde están las nacientes de los ojos de agua, como es el denominado bloque 28, que está en la franja de la Cordillera de los LLanganates, que es donde nacen todas las aguas que van hacia el Amazonas, como son los ríos Pastaza, el Bobonaza y otros afluentes del Amazonas.

A Gualinga le preocupa enormemente el incumplimiento de la consulta libre, previa e informada, sobre los intentos de construir hidroeléctricas, y afirma que el gobierno ecuatoriano se ha volcado masivamente a impulsar actividades extractivas dentro de los territorios de los pueblos indígenas.

Derecho al consentimiento previo

El Papa Francisco en el Tercer Foro Mundial de los Pueblos Indígenas, realizado en el año 2017, insistió en la necesidad de conciliar el derecho al desarrollo con la protección de los pueblos indígenas y de sus territorios y que prevaleciese el derecho al consentimiento previo e informado. Preguntada por qué esto no se respeta y por qué se pasa por encima de esas leyes, respondió:

Porque los gobiernos tratan de hacen prevalecer las leyes menores, los decretos ministeriales o presidenciales, y no están respetando la Constitución, porque la Constitución es muy clara. Hay fallos internacionales como es el caso Sarayaku, que sube a estándares internacionales todo el proceso de consulta previa e informada y que tiene que haber consentimiento cuando se trate de actividades a gran escala que afecten a pueblos indígenas. Es el gobierno realmente quien, irrespetando la ley, la Constitución y el derecho internacional. A pesar de que el Papa Francisco ha hecho muchas veces el llamado al respeto de los derechos de los pueblos indígenas y a la Amazonía, los gobiernos están haciendo oídos sordos para tratar de cumplir con esta ley y con estos llamados.

Derechos para las empresas, no para los indígenas

Hay una organización como muy elaborada por parte de las empresas en la cual la sociedad civil y los pueblos indígenas no tenemos esquemas que realmente protejan los derechos humanos. A pesar de que los derechos humanos están protegidos dentro de las organizaciones como la OEA (Organización de Estados Americanos) o la Corte Interamericana, los que son juzgados son los mismos estados y no las empresas. Debería haber una instancia que juzgue violaciones de las empresas extractivas, así sea extraterritorial, y en ese contexto yo creo que no ha habido un avance. Ha habido denuncias dentro de Naciones Unidas en el tema de la responsabilidad de las empresas, pero son denuncias que no son tan vinculantes dentro de los esquemas de las empresas. Yo creo que no hemos llegado al nivel de formar esos espacios donde las empresas tengan que responder por violaciones extraterritoriales que están ocurriendo, ya sea en la Amazonía o en distintos lados, donde la responsabilidad de ellos es sumamente grave.

Patricia Gualinga. ¿Cuál es la situación actual que viven los pueblos originarios?

Apoyo de la Iglesia Católica a los pueblos originarios

El caso Sarayaku fue sentenciado en el 2012 en la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, en San José de Costa Rica, y en el proceso si ha habido sacerdotes que han sido muy afines, pero la Iglesia no tenía un papa como el que tenemos ahorita, la Iglesia católica. En el último caso, que es el de los waoranis, que ganaron una acción de protección en una corte local, ahí el obispo de Puyo ha estado presente, la Iglesia ha estado también haciendo compañía. Yo creo que el impulso que ha dado el Papa Francisco ha hecho que ciertos religiosos, misiones, los obispos, estén también pendientes de los procesos que se están llevando.

Creo que es un momento en que la Iglesia siente un cambio. Antes la Iglesia sólo era para la religión, la fe, y lo decía solamente desde los púlpitos. Yo creo que el pueblo está pidiendo un mayor acompañamiento, la Iglesia amiga, la Iglesia con rostro de hermano que acompaña los procesos donde se están cometiendo injusticias, y creo que es el inicio de esa transformación, de empezar a coger un hilo para empezar a avanzar bajo este paraguas que se abre con el sínodo, que se abre con la encíclica y que se abre con todo lo que está ocurriendo. Lo vemos muy positivamente esta acción de la Iglesia que es muy nueva, también para los pueblos indígenas.

Patricia Gualinga. ¿Cómo siente el apoyo de la Iglesia a los pueblos originarios?

Esperanzas de los pueblos amazónicos sobre el Sínodo

Como soy laica, no soy religiosa, lo que espero es que la Iglesia se comprometa más a estar al lado del pueblo, de ver ese rostro amigo, no el que ordena, sino el que comprende y escucha, ese rostro amigo, de familiaridad que acompaña dentro del dolor que siente este pueblo, que esté mucho más cerca y no lejana. Yo espero un compromiso de Iglesia institucionalmente. El Cardenal Barreto dice que nosotros somos Iglesia, y es verdad que somos Iglesia, pero yo hablo de la Iglesia institución, que haga ese acompañamiento, que se involucre, que apoye una causa justa. Que no solamente se quede en la Iglesia como Casa de Dios sino que la Casa de Dios se amplíe mucho más fuera de la catedral, de las iglesias estructura de ladrillo, sino que vaya mucho más allá, que camine junto al pueblo, que hable junto al pueblo, que denuncie las cosas que están pasando, que sea amiga y hermana del pueblo.

Esperanzas de los pueblos amazónicos sobre el Sínodo

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29 julio 2019, 14:10