Sale de Honduras la primera caravana de migrantes del 2020
Ciudad del Vaticano
La caravana, cuyo objetivo es llegar a los Estados Unidos, está compuesta por personas provenientes de diversos departamentos de Honduras, en su mayoría jóvenes. Al igual que en ocasiones anteriores, la gente que participa de este viaje, asegura que huyen de Honduras en búsqueda de oportunidades que el país no les ofrece, así como por problemas como la desigualdad, la violencia, la corrupción, la pobreza y la impunidad imperantes en el país.
Los migrantes dejan tras de sí hijos, familias y sus pocas pertenencias. Una mujer declaró a Radio Progreso, un medio local que “Es duro despedirse de nuestros hijos, ellos quedaron llorando. ¿Cómo explicarles a unos niños que sus mamás se van en busca de su comida, de su bienestar?
El día 16 de enero, parte de la caravana había ingresado en territorio guatemalteco, donde el presidente Alejandro Giammattei dijo en conferencia de prensa que los hondureños podrán ingresar a Guatemala gracias al convenio CA-4. Sin embargo, insistió en la necesidad de contar con toda la documentación, especialmente en el caso de menores de edad.
El presidente guatemalteco puso en evidencia que, al llegar a la frontera con México, los migrantes “se van a topar con un muro” que les impediría el paso. En declaraciones a la prensa, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ofreció empleo para unas cuatro mil personas que vienen en la caravana.
Los migrantes en la Semana de oración por la unidad de los cristianos
El drama de los migrantes está en el centro de la Semana de Oración por la Unidad de los cristianos, que se abre hoy y se cerrará el sábado 25 con las Vísperas celebradas por el Papa Francisco en la basílica de San Pablo extramuros. Este año para elegir el lema de la Semana de oración, "Nos trataron con amabilidad", fueron las Iglesias de Malta y Gozo, que han preparado reflexiones y sugerencias para su celebración en cada diócesis y parroquias.
Los textos preparatorios de la semana afirman que las Escrituras caracterizan las historias de los migrantes de hoy. En diferentes partes del mundo, mucha gente hace viajes igualmente peligrosos, en tierra y en mar, para escapar a los desastres naturales, la guerra, la exclusión y la pobreza. Incluso sus vidas están a merced de fuerzas inmensas y altamente indiferentes, no sólo naturales, pero también políticas, económicas y humanas".
"¿Estamos confabulados con fuerzas indiferentes o... acogemos con humanidad, convirtiéndonos así en testigos de la providencia de Dios hacia cada persona?", es la pregunta que viene, al tiempo que se reafirma que "la hospitalidad es una virtud muy necesaria en la búsqueda de la unidad entre los cristianos".
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