Comienza la séptima edición del Premio Internacional de arquitectura sacra

Ciudad del Vaticano

En el año 1993, el Padre Costantino Ruggeri creó la Fundación Hermano Sol con el objetivo de desarrollar acciones de sensibilización y promoción en el campo de la “Iglesia Construida” para que se implementen las cualidades artísticas y místicas que solo pueden hacer del espacio sagrado un lugar de exaltación espiritual. El hermano franciscano y artista, muerto en el 2007, se ha dedicado con empeño y pasión durante 60 años al arte sacro contemporáneo.

Entre las iniciativas promovidas por el padre Ruggeri, se encuentra el Premio Internacional de arquitectura sacra que se celebra cada cuatro años con el objetivo de realizar nuevos edificios religiosos en todo el mundo. Según la visión del religioso, “es importante construir una iglesia que no separe, pero que unifique en sus estructuras toda la creación, la luz, los árboles, las imágenes vivas, los sonidos de la naturaleza”.

En esta séptima edición, el premio se dirige a proyectistas que han construido una iglesia en la última década en el ámbito de las confesiones cristianas, combinando tradición religiosa e innovación arquitectónica.

En entrevista a Vatican News, Andrea Vaccari, curador del premio, explico que el “Padre Costantino tenía el deseo de dar una dirección a los arquitectos de todo el mundo en la construcción de iglesias”. El objetivo de esta iniciativa es “fotografiar” el estado de la arquitectura religiosa cristiana a nivel internacional.

La fecha límite para la presentación de proyectos será el 8 de mayo de 2020, y la premiación será en las vísperas de la fiesta de San Francisco de Asís, el 3 de octubre de este año. El ganador recibirá el “Cielo de Oro”, escultura proyectada por el padre Costantino Ruggeri y un premio en dinero de treinta mil euros.

En las anteriores ediciones el premio fue asignado al japonés Tadao Ando por la iglesia de la Luz en Ibaraki (Japón), por la capilla sobre el agua en Tomamu y por la capilla sobre el monte Rokko en Kobe (Japón); al portugués Álvaro Siza, por la iglesia de Santa María en Marco de Canaveses (Portugal); al norteamericano Richard Meier por la Iglesia de Dios Padre en Roma; al británico John Pawson por la iglesia del Monasterio de Novy Dvur en la república Checa; al chileno Cristinao Undurrga por la capilla del Retiro en el Valle de Los Andes (Chile). En la última edición del 2016, el premio lo recibió el español Rafael Moneo por la Iglesia de Jesús en San Sebastián (España).

La iniciativa está promovida por la Fundación Hermano Sol y patrocinada por entidades locales e Institutos Nacionales eclesiásticos y culturales.

Para más información: https://fondazionefratesole.org/premio-internazionale/