Cepal: la pandemia aumentará la pobreza en América Latina
Ciudad del Vaticano
Más de 37 mil muertos y más de 787 mil casos en el mundo, hasta el 31 de marzo, según datos de la Johns Hopkins University. Es el resultado del avance del coronavirus, que ha hecho precipitar a la humanidad en una pandemia que aún no vislumbra el final y que obliga a combatir no sólo por la defensa de un bien público esencial, la salud, sino también con una crisis económica que no será fácil de superar, sobre todo para las regiones emergentes del mundo, como América Latina. La prestigiosa universidad americana señala que el mayor número de casos se registra en Estados Unidos con 787.631 contagios, le sigue Italia con 101.739 y España con 87.956. El balance más duro de la pandemia es el de Italia, con 11.591 decesos. Mientras que en América Latina, en base a datos de la Organización Panamericana de la Salud hasta el 31 de marzo, se han superado los 37.000 casos de contagio.
Según la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Alicia Bárcena, el coronavirus, “impactará en una economía mundial ya debilitada, afectando tanto a la oferta como a la demanda, ya sea a través de la interrupción de las cadenas de producción o por la pérdida de ingresos y de rentabilidad debido al aumento del desempleo y a las mayores dificultades para satisfacer las obligaciones del pago de la deuda”.
Cómo afectará la pandemia a la economía en América Latina
En teleconferencia durante la reunión del Diálogo Interamericano sobre el Coronavirus y sus consecuencias para las economías de América Latina y el Caribe, Bárcena señaló que la actual crisis “pasará a la historia como una de las peores que el mundo ha vivido” y “América Latina y el Caribe, así como otras regiones emergentes, se verá afectada negativamente”. La Secretaria ejecutiva de la Cepal recordó además que la región creció a una tasa estimada de apenas 0,1% en 2019, y que los últimos pronósticos de la Comisión realizados en diciembre pasado preveían un crecimiento de 1,3% para 2020. Sin embargo, - señaló - “las proyecciones han sido revisadas a la baja significativamente en el actual escenario”. Además, estimó una contracción de -1,8% del producto interno bruto regional, que podría llevar a que el desempleo en la región crezca en diez puntos porcentuales y el número de pobres en la región suba de 185 a 220 millones de personas, mientras que las personas en pobreza extrema podrían aumentar de 67,4 a 90 millones.
La funcionaria del organismo de las Naciones Unidas explicó asimismo que la disminución de las actividades económicas generadas por la emergencia de coronavirus afectará América Latina y el Caribe, así como otras regiones emergentes, a través de cinco vías: en primer lugar, llevará a la reducción de las exportaciones; segundo, provocará la caída de demanda de servicios de turismo; tercero, se interrumpirán las cadenas de producción mundiales; cuarto, caerán los precios de los productos básicos, sobre todo para los países sudamericanos exportadores de materias primas; quinto y último, el temor a la inversión provocará el empeoramiento de las condiciones financieras.
Necesaria mayor cooperación global
Tras referirse a las medidas que están tomando los gobiernos de la región para contrarrestar los negativos efectos económicos de la pandemia, desde acciones sanitarias para reducir y prevenir los contagios, hasta medidas de contención social para proteger a los grupos más vulnerables, Alicia Bárcena hizo un llamado a los gobiernos:
Ningún país podrá combatir esta pandemia sin la cooperación global y regional. Al final del día, lo que realmente necesitamos considerar es qué pasará con el multilateralismo. Debe haber más integración. Definitivamente debemos movernos hacia una mayor coordinación y la prioridad de las políticas debe ser cómo abordar la actual crisis social y de salud.
Dificultades para detección del virus a través de las pruebas
Por otra parte, una de las dificultades que también debe enfrentar el continente latinoamericano para prevenir la propagación del coronavirus es la realización de pruebas para detectarlo. Todos los países de la región cuentan con la capacidad de realizar estas pruebas, aunque algunos de ellos dependen de reactivos facilitados por la Organización Panamericana de la Salud. Además, estas pruebas se pueden realizar en pocos laboratorios, limitando así la estrategia de identificación y seguimiento indicada por la OMS. Asimismo, según informan algunas agencias, hay también hospitales y laboratorios privados que realizan estas pruebas a pago. Y esto, contribuye a que quienes no tienen recursos no se hagan la prueba o deban esperar demasiado, aumentando el riesgo de contagio en la región.
Iglesia: superar divisiones y hacer lugar a la solidaridad
Mientras tanto, la Iglesia que peregrina en Latinoamérica continúa hablando a sus fieles es esta “Cuaresma especial”. Así lo hizo monseñor Eugenio Scarpellini, obispo de El Alto, Bolivia, durante la homilía de la misa dominical transmitida por redes sociales, invitando a participar en los ritos de Semana Santa “con el corazón, sintiéndonos en comunión con los hermanos”. Monseñor Scarpellini recordó también el perdurar de fracturas y divisiones:
Una mirada atenta a la realidad nos muestra una sociedad marcada, aun en este momento, por divisiones, donde en cambio deberíamos unirnos todos: Una vez más, por encima del bien de toda la comunidad, priman intereses de grupos políticos o ideológicos.
Recordando que “el antídoto más eficaz en contra del virus de la falsedad es dejarse purificar por la verdad” – como afirmado por el Papa Francisco en el Mensaje para el 52 Jornada Mundial de las Comunicaciones sociales - el obispo llamó a la unidad y a la superación de “visiones individualistas, con actitud de desprendimiento y solidaridad”.
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