Día mundial contra la explotación infantil
Ciudad del Vaticano
Este 16 de abril, Día Mundial contra la Esclavitud Infantil, se conmemora el asesinato del niño Iqbal Masih, quien había sido vendido a la edad de 4 años por su padre para garantizar una deuda de 600 rupias, deuda que no se pudo pagar por el incremento constante de los intereses, lo que supuso que este niño pakistaní pasara su infancia trabajando en régimen de semi-esclavitud. El chico logró escapar de la fábrica a los 10 años, y pronto se convirtió, pese a su juventud, en un activista contra la explotación laboral infantil.
Iqbal Masih
Como militante del Frente de Liberación del Trabajo Forzado, durante su vida consiguió que se cerraran varias empresas que utilizaban a los niños esclavos como mano de obra barata. Denunció la situación de millones de niños pakistaníes que estaban en su situación incluso en la ONU y fue premiado en diversos países. Con el dinero del premio, abrió una escuela. Y su intención era hacerse abogado para luchar contra la explotación infantil. Sin embargo:
Millones de niños víctimas del trabajo infantil
Según la Organización Internacional del Trabajo, se estima que en el mundo hay unos 215 millones de niños víctimas del trabajo infantil. De ellos, se calcula que 127 millones son niños y 88 millones son niñas, de los cuales 74 millones de niños y 41 millones de niñas están involucrados en las peores formas de trabajo infantil.
Convención de los derechos del Niño
En la Convención de los derechos del Niño se establece que:
Las cifras hablan por sí solas…
Sin embargo, y a pesar de ser uno de los instrumentos del derecho internacional más ratificado, las cifras hablan por sí solas… La Organización Internacional del Trabajo define el “trabajo infantil” como todo aquel trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico.
Las peores formas de trabajo infantil abarcan:
Todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y la trata de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, y el trabajo forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños para utilizarlos en conflictos armados.
La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la producción de pornografía o las actuaciones pornográficas.
La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes, tal como se definen en los tratados internacionales pertinentes.
El trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños. Este tipo de trabajo debe ser determinado por las autoridades nacionales.
Combatir las causas que lo originan
Una manera para salir de semejante situación de crueldad sería combatir las causas que originan este fenómeno, a pesar de que son múltiples y variadas, pero que pueden resumirse en la pobreza y la pobreza extrema. Por esta razón en estos casos la cooperación internacional al desarrollo es una potente herramienta. La humanidad debe tomar conciencia del largo camino que aún le queda por recorrer y asumir que la infancia de un país es su futuro.
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