Alarma OMS y Unicef: vacunaciones en disminución a causa del COVID-19
Marco Guerra - Ciudad del Vaticano
Debido a la pandemia de Covid-19, se ha producido una alarmante disminución del número de niños en todo el mundo que reciben vacunas que salvan vidas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef dieron la alarma, según la cual en los primeros 4 meses de 2020, por primera vez en 28 años, se ha producido un descenso en el número de niños que han completado las tres dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP3).
En riesgo de años de progreso
Esta tendencia se debe a la interrupción de la distribución de los servicios de vacunación y amenaza con revertir los avances tan difícilmente conseguidos en los últimos años. Los dos organismos de las Naciones Unidas señalan que al menos 30 campañas de vacunación contra el sarampión se han cancelado o están en peligro de cancelarse. Si bien, según una nueva encuesta de Unicef y OMS, realizada en colaboración con los Centros para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos, el Instituto de Vacunas Sabin y la Facultad de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins, tres cuartas partes de los 82 países encuestados respondieron que habían sufrido interrupciones relacionadas con Covid-19 en sus programas de vacunación para mayo de 2020.
Posibles consecuencias más graves del Covid-19
«Las vacunas son una de las herramientas más potentes en la historia de la salud pública y ahora se vacuna a más niños que nunca», dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «Pero la pandemia ha puesto en riesgo esos logros. El sufrimiento y las muertes evitables causadas por saltarse la inmunización sistemática de los niños podrían ser mucho mayores que la propia COVID-19, aunque no tiene por qué ser así. Las vacunas pueden administrarse de forma segura incluso durante la pandemia y pedimos a los países que garanticen la continuidad de estos programas esenciales para salvar vidas».
En 2019, 14 millones de niños sin vacunas
Los progresos en la cobertura de la inmunización se estancaron antes de la aparición de la COVID-19 en un 85 % para las vacunas DTP3 y contra el sarampión. La probabilidad de que un bebé nacido hoy en día haya recibido todas las vacunas recomendadas a nivel mundial para cuando cumpla los 5 años es inferior al 20 %.
En 2019, casi 14 millones de niños no recibieron vacunas que salvan vidas, como la del sarampión y la DTP3. La mayoría de estos niños viven en África y es probable que no tengan acceso a otros servicios de salud. Dos tercios de ellos se concentran en 10 países de ingreso mediano y bajo: Angola, Brasil, Etiopía, Filipinas, India, Indonesia, México, Nigeria, Pakistán y República Democrática del Congo. Los niños de los países de ingreso mediano asumen una proporción cada vez mayor de la carga.
La situación es especialmente preocupante en América Latina y el Caribe, donde la cobertura, históricamente elevada, ha disminuido en el último decenio. En el Brasil, Bolivia, Haití y Venezuela, la cobertura de inmunización ha sufrido una caída de al menos 14 puntos porcentuales desde 2010. Además, las interrupciones relacionadas con la COVID-19 son de moderadas a graves en estos países.
Las razones de la disminución
"La emergencia de Covid provocó una disminución general de las vacunaciones por varias razones, por ejemplo, Unicef no pudo comprar las vacunas directamente en los países de producción, porque hubo un período en el que estos estados cerraron las exportaciones de productos sanitarios, con el fin de apropiarse de todos los dispositivos sanitarios y medicamentos para hacer frente a la pandemia": así el Director General de Unicef Italia, Paolo Rozera, explica a Vatican News, las razones de la interrupción de los servicios de vacunación. "Otro problema objetivo ha sido la reducción de los vuelos aéreos", añade, "pero se trata de dificultades que hemos podido superar, mientras que es más difícil hacer frente al miedo de las personas que no salen y permanecen encerradas en casa".
El miedo a contraer el Covid
Hay una renuencia por parte de la población a ir a los centros de salud. Incluso cuando se ofrecen los servicios, las personas no acceden a ellos porque son reacias a abandonar sus hogares, debido a la interrupción del transporte, las dificultades económicas, las restricciones a la libertad de circulación, el temor a exponerse a las personas afectadas por el Covid-19. Paolo Rozera subraya a continuación las regiones del planeta que corren mayor peligro: "Más allá de África corren peligro todas las zonas de ingresos medios-bajos de América Latina y Asia.
Sin vacunas las enfermedades están fuera de control
Por consiguiente, el Director General de Unicef Italia sostiene que existe un riesgo real de que la interrupción de las campañas de vacunación provoque otras pandemias o efectos secundarios igualmente graves para la población mundial: "Hemos observado una disminución del número de niños que han completado la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina. Hablamos de enfermedades triviales sólo porque hay una vacuna para tratarlas". "La gobernanza sanitaria puesta en marcha para la Covid - aclara - debe tener en cuenta también las demás enfermedades que actualmente están contenidas pero que, si se dejan en el aire, corren el riesgo de convertirse en más graves que el coronavirus".
La importancia de la comunicación
Por todas estas razones, según el director Rozera, "una de las armas más importantes es la información", es decir, "proporcionar a la población una cultura sanitaria para ellos y sus hijos y hacerles comprender que estas vacunaciones pueden hacerse con total seguridad". Por último, pero no por ello menos importante, está el desafío de fortalecer los servicios médicos básicos, porque son los servicios territoriales los que tienen contacto directo con la población.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí