Perú: defensor del medio ambiente asesinado en Puerto Maldonado
Vatican News
"Hacemos un llamamiento a las autoridades para que no dejen impune éste y cualquier otro asesinato y para que tomen las medidas necesarias a fin de asegurar que se haga justicia”. Lo escribe Monseñor David Martínez de Aguirre Guinea, Obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, en una nota difundida tras la matanza acaecida el pasado viernes, con dos disparos, de Roberto Carlos Pacheco Villanueva, defensor del medio ambiente en ese rincón de la Amazonía peruana, hijo de Demetrio Pacheco, vicepresidente del Comité de Gestión de la Reserva Nacional de Tambopata.
Indolencia e indiferencia
Al reunir a los religiosos, sacerdotes y laicos del Vicariato después de lo ocurrido, el Obispo dijo:
Monseñor Martínez de Aguirre Guinea afirmó: “Sabemos de muchos hermanos que están amenazados porque defienden el bosque y los ríos, así como de campesinos e indígenas amenazados porque defienden sus territorios. Exigimos que el Estado les proporcione las garantías adecuadas para que puedan vivir con tranquilidad, junto con sus familias”.
Informa el Centro Amazónico de Antropología
El Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica, asociación civil sin fines de lucro al servicio de las poblaciones vulnerables de la Amazonía, especialmente de los pueblos indígenas, fundada en 1974 por los obispos de la selva peruana que también coordina la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) en Perú y toma parte de varias plataformas y alianzas en defensa de la Amazonía, publicó un artículo titulado “Madre de Dios: Asesinan de dos balazos a defensor medioambiental Roberto Carlos Pacheco”.
¿A quién recurrir?
“Es hora de que esto pare, esto no puede continuar así”, clama Víctor Zambrano, Presidente del Comité de Gestión de la Reserva Nacional de Tambopata. Y agrega:
De ahí la pregunta: “¿A quién más recurrimos? Nos defendemos con lo que tenemos, con lo que podemos. Y ahí está el resultado. Y seguimos con nuestros valientes defensores ambientales frente a esos acontecimientos. Totalmente desprotegidos. Amenazados a cada rato. Lo hemos dicho, ¿pero quién se interesa? A nadie”.
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