Delta del Po: de la dulzura de la naturaleza nació un Jardín Laudato si'
Asia Galvani * - Venecia
Una "buena y feliz interconexión entre los recursos del territorio, la vida humana, las actividades productivas, educativas, sociales, económicas, cívicas, el cuidado de la naturaleza y de la creación, respetando los ecosistemas y la biodiversidad". Se trata del Jardín Laudato si’, creado en el corazón del Parque Regional del Delta del Po, en las palabras del Cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que apoyó firmemente la iniciativa. Un proyecto inaugurado en Rosolina, en la provincia de Rovigo, el domingo 4 de octubre ante la presencia del Purpurado, con ls autoridades civiles, militares y religiosas. Fue promovido por siete municipios del territorio, además de Rosolina, Ariano nel Polesine, Corbola, Loreo, Porto Viro, Porto Tolle, Taglio di Po, por la Región del Véneto y Véneto Agricultura.
Las intervenciones
Un proyecto que revela "un nuevo modelo de desarrollo caracterizado por el respeto a la tierra y la custodia entre las personas", explicó en el evento la hermana Alessandra Smerilli, coordinadora del grupo de trabajo "Economía" de la Comisión Vaticana para el Covid-19 y una de las principales coordinadoras de la jornada junto con el alcalde de Rosolina, Franco Vitale. Un signo, añadió el salesiano, para salir "mejor" también de la crisis vinculada al coronavirus.
Tras el saludo institucional del Presidente de la región del Véneto, Luca Zaia, el encuentro prosiguió con los testimonios del Cardenal Turkson, de la hermana Smerilli, de Alessio Pecorario, coordinador del grupo de trabajo "Seguridad" de la Comisión Vaticana Covid-19, y de Beatrice Finh, directora ejecutiva de la Campaña Internacional para la abolición de las armas nucleares (Premio Nobel de la Paz de 2017). El P. Joshtrom Isaac Kureethadam, responsable del año especial de aniversario Laudato si' y coordinador del grupo de trabajo "Ecología" de la Comisión Vaticana Covid-19, en la inauguración quiso destacar el "significado espiritual del jardín", es decir, el lugar "donde estamos con el Creador, con Dios mismo", pero también "en comunidad, con las personas que están a nuestro lado y en comunión con la tierra". El jardín se convierte así en el signo de "unión con el Creador, unión entre nosotros y unión con la tierra y todas las criaturas".
El marco musical
Entre las diversas intervenciones la voz del tenor Francesco Grollo:"La música – enfatizó – es un mensaje universal que es un abrazo para todos y conecta la tierra con el cielo". Luego, acompañado por la Orquesta rítmico-sinfónica italiana dirigida por el maestro Diego Basso, por los coros Art Voice Academy y Opera House, se enriqueció el evento con el "Concierto para la Ecología integral", que se desarrolló sobre una plataforma flotante con vista a la laguna. Gran emoción entre los presentes durante la interpretación de las piezas "Tu ci sei" y "Canto della terra", acompañados al piano por el propio compositor Francesco Sartori, dos propuestas originales que en el texto conducen a los valores expresados en la Laudato si'. Al final de la actuación la orquesta se dio cuenta con sorpresa de que la plataforma flotante se había inclinado progresiva y lentamente, siguiendo el ritmo de la marea. "La dulzura de la naturaleza", dijo el Maestro Basso, "nos acompañó y nos llevó donde quiso".
El pacto entre el hombre y la naturaleza
Al final, el Cardenal Turkson inauguró la Capilla Laudato si', una Living Chapel, que recuerda a la creada en junio en el Jardín Botánico de Roma: lo hizo ante la presencia de un representante de cada continente, con el fin de sancionar una especie de pacto global hecho por el hombre con la naturaleza. "Queríamos un signo simple y ligero que no afectara – explicó el arquitecto Cucinella, autor de la Capilla Laudato si’ en el Delta del Po, al ilustrar la estructura – lo que la hermosa y profunda naturaleza nos ofrece con su ser, sino que se fusionara con ella". Un momento particularmente conmovedor, también porque fue acompañado por una extraordinaria ejecución del Panis Angelicus y los colores rosados del atardecer, que vio a todos los presentes reunidos.
Las resonancias de los jóvenes
"Estoy muy orgullosa de que este Jardín esté en mi ciudad", dijo Irene Duò, de dieciséis años de edad y de Rosolina quien acompañó al Cardenal Turkson y a don Kureethadam durante la celebración de la bendición de la Capilla, "y experimenté una fuerte emoción cuando, junto con otros jóvenes, entregué una planta directamente en las manos del Cardenal, que luego compuso un pequeño vivero en cajas de madera. El problema del medio ambiente – continuó Irene – es el más urgente que advertimos y me sentí cargada de una fuerte responsabilidad porque comprendí mejor, durante el curso del evento, que todas nuestras acciones pueden entregar un mejor medio ambiente a los que nos rodean". Marica Padoan, de 21 años de edad, de Treviso, relató el evento con su cámara, una pasión que espera que se convierta en parte de su futura profesión. "Al tomar las fotos", explicó la joven, "me di cuenta de cuánta atención se ha prestado a la inserción armoniosa de los artefactos del hombre en este Jardín. Haber descubierto algunas implicaciones de la Laudato sí, a través de la inmersión directa en un entorno natural extraordinario, fue un don".
*Cube Radio - Instituto Universitario Salesiano de Venecia y Verona
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