Protesta social en Guatemala acaba con un incendio en el Congreso
Ciudad del Vaticano
La manifestación social en Ciudad de Guatemala inició luego de que el Congreso, aprobara un presupuesto anual para el 2021 por 99.700 millones de quetzales (moneda local, cifra equivalente a unos 10.800 millones de euros). El presupuesto aprobado aumenta un 25% el gasto, pero no crecen las partidas para educación, sanidad ni servicios sociales.
Según informan medios locales, "la mayoría de los fondos están dirigidos a infraestructuras con el sector privado y no prevé aumentos en las partidas de salud ni de educación, ni tampoco en las destinadas a combatir la pobreza y la desnutrición infantil".
Además, la publicación "El Periódico", explica que la noche del viernes, el vicepresidente, Guillermo Castillo, pidió al presidente Alejandro Giammattei (quien asumió el cargo el pasado mes de enero), que renuncie "por el bien del país", a través de un mensaje dirigido a la entera nación a través de las redes sociales.
Manifestación que acabó con un asalto al Congreso
En este contexto, el 21 de noviembre, varios grupos de ciudadanos salieron a las calles para protestar por la aprobación de este presupuesto dando lugar a una manifestación masiva que acabó con el asalto al Congreso en el que fueron incendiadas algunas estancias: como resultado, 37 ciudadanos fueron detenidos y al menos 22 resultaron lesionados.
Tal como informa el periódico digital guatemalteco "Plaza Pública", las transmisiones en vivo del 21 de noviembre muestran claramente que personas con rostros cubiertos "subieron a las ventanas del Congreso, las quebraron y utilizaron una bandera gigante de Guatemala como mechero de bomba molotov." Así empezó el fuego dentro del mismo edificio donde aprobaron el presupuesto estatal para el 2021, el cual dio origen a esta manifestación social en Ciudad de Guatemala que tuvo réplicas en ciudades del interior del país.
Urgente abrir una investigación sobre lo ocurrido
"Quienes asaltaron la sede legislativa iban vestidos de negro, con máscaras y portando garrotes con mangos de goma y puntas de metal. Quemaron algunos muebles y retratos pero no las oficinas de mayor importancia, junto al lugar donde se produjo el incendio", afirman las agencias aportando fotografías que acreditan lo ocurrido.
"Plaza Pública", puntualiza en su artículo publicado un día después de la manifestación, es decir, el 22 de noviembre y titulado "La tarde que Giammattei desató la furia", que la policía respondió a la protesta con una "lluvia de gas lacrimógeno y detenciones al azar".
De ahí que, esta represión policial a la manifestación en Guatemala, sea considerada por muchos como un elemento agravante más a la ruptura entre el presidente y el vicepresidente del país. Por su parte, el número dos del Ejecutivo, Guillermo Castillo, considera "urgente" que la Fiscalía abra una "investigación seria sobre lo ocurrido".
Iglesia: "condenable este tipo de violencia"
En este sentido, destacan las declaraciones del Arzobispo de Santiago de Guatemala, Monseñor Gonzalo de Villa y Vásquez sobre los hechos acaecidos el sábado en Ciudad de Guatemala: unas palabras que fueron publicadas a través de un video en el Facebook del Arzobispado de Guatemala.
El prelado explica que sin duda, hay una mezcla entre el "derecho a manifestarse" y el "hacerlo pacíficamente". Por ello recuerda que la gran mayoría de manifestantes lo hicieron sin violencia.
"Es lamentable que llegaran bochincheros alarmistas que al final terminaron arruinando algo que era cívico. Creemos que es muy condenable este tipo de violencia, aun cuando se esgrima para hablar en nombre del pueblo. También hay un reclamo a la policía y en general a las autoridades del ministerio de la gobernación ya que reprimieron donde no debían, y no estuvieron donde deberían haber estado", afirma el Arzobispo de Santiago de Guatemala.
Igualmente, Monseñor Gonzalo de Villa y Vásquez señala que muchas fotografías del suceso indican que hubo "negligencia e improvisación" y lanza una invitación clara a que "haya diálogo y moderación", ya que "los extremismos no son buenos consejeros", y "quienes tienen interés en la polarización, normalmente es gente que no ama al país".
Guatemala: pobreza y desnutrición
Para comprender mejor la tensión social que vive el pueblo guatemalteco, cabe destacar que el 59,3% de la población de casi 17 millones de habitantes vive en la pobreza y la desnutrición infantil afecta a casi la mitad de los niños menores de cinco años.
Y todo ello sin olvidar las graves consecuencias que desencadenaron recientemente los dos huracanes que han golpeado con dureza el país, provocando unas 60 muertes, decenas de desaparecidos y destruyendo los cultivos que son el sustento de miles de familias.
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