Diez años de guerra en Siria. La ayuda de Caritas Internationalis a la población
Isabella Piro - Ciudad del Vaticano
El lunes 15 de marzo se cumplen diez años del conflicto en Siria. Un triste hecho con un balance devastador: desde 2011 hasta hoy, hay más de 400.000 víctimas, 12 millones de desplazados y 12,4 millones de personas, que equivalen al 60% de la población, afectadas por inseguridad alimentaria. Sin embargo, en esta oscuridad hay una luz: la de Caritas Internationalis que en esta década ha apoyado a las comunidades locales proporcionándoles vivienda, alimentos, educación, salud, protección, medios de subsistencia, agua y saneamiento.
El trabajo de Caritas: fomentar la autosuficiencia de las comunidades
"En estos momentos -informa una nota- 22 de las 162 organizaciones de Caritas están apoyando proyectos en Siria. Siete de estos miembros tienen oficinas en la región. En 2020, la Confederación Caritas apoyó a unos 830 mil sirios en todo Oriente Medio". "Los sirios se enfrentan a condiciones humanitarias desesperadas -subraya Aloysius John, secretario general de la entidad benéfica. En el país, hay nuevos retos debido a la crisis económica y a la pandemia del Covid-19 que requieren nuestro apoyo incondicional". El objetivo es, por tanto, "aumentar la autonomía y las oportunidades de subsistencia sostenible y, como resultado, estimular los mercados y ayudar a la recuperación económica a largo plazo en toda la región".
En la actualidad, la oficina de Caritas Siria cuenta con un total de 200 empleados y una media de 100 voluntarios que se enfrentan a las mismas dificultades que el resto de la población: "Nosotros mismos estamos viviendo la crisis en el país, al igual que las personas a las que ayudamos", subraya Elias Hamwi, coordinador de proyectos de caridad en el este de Alepo. Pero hoy, tras diez años de guerra, Caritas también mira al futuro de los sirios, tratando de fomentar "la autosuficiencia de las comunidades" y reforzando los programas de desarrollo. El país se enfrenta a "una grave crisis económica -dice la nota-, el 85% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y más de 11 millones de personas necesitan ayuda humanitaria". Alrededor de 6,7 millones de personas están desplazadas internamente y, sólo en 2020, 4,5 millones de sirios pasaron hambre".
Proyecto dedicado a la educación de los niños
La situación de la educación también es dramática: "Dos de cada tres niños sirios no van a la escuela, mientras continúan los ataques a los edificios escolares. A esto hay que añadir el triple impacto de las sanciones, el conflicto y el Covid-19 que ha llevado al cierre de muchas escuelas". Por ello, la Confederación Caritas ha puesto en marcha un proyecto de un millón de euros en Ghouta, cerca de Damasco, para permitir la reconstrucción de viviendas y la rehabilitación de dos escuelas.
Relanzar la economía apoyando a pequeñas y medianas empresas
Los proyectos de ayuda a las personas más vulnerables y en riesgo, como niños, ancianos y familias, se ejecutan principalmente en Alepo, Damasco, Homs, Hassakeh y la costa siria. Actualmente, más de una docena de organizaciones que forman parte de Caritas están apoyando un proyecto de tres años (2018-2021) en Alepo, con un presupuesto de 4 millones de euros. Dirigido a más de 37.000 personas, el programa se centra en ayudar a las pequeñas y medianas empresas para relanzar sus actividades, con "un paso hacia la satisfacción de las necesidades básicas de la gente". En Homs, el proyecto de Cáritas "Mejora del nivel de vida y del entorno comunitario" pretende aumentar los ingresos de la población.
La ayuda a los refugiados en Líbano y Jordania
Pero la ayuda de Caritas Internationalis también llega a un millón y medio de refugiados sirios en Líbano y a más de 600.000 en Jordania, mientras que su difícil condición también es recordada por la organización caritativa a nivel internacional. De hecho, el 10 de marzo, dirigiéndose al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, Caritas Internationalis pidió al gobierno de Estados Unidos y a la Unión Europea que "eliminen las sanciones que impiden a los sirios acceder a las necesidades y servicios básicos y a los suministros sanitarios, y están impidiendo la reconstrucción de las infraestructuras básicas".
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí