República Dominicana, un muro en la frontera con Haití
Elvira Ragosta y Gabriella Ceraso - Ciudad del Vaticano
Se está preparando otro muro entre estados. Esta vez lo ha anunciado el presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, que en el Congreso habló de los planes de construir una valla de 380 kilómetros en la frontera con Haití para solucionar los problemas de la inmigración ilegal, el tráfico de drogas y la circulación de vehículos robados. Ya existen barreras a lo largo de la frontera entre los dos países caribeños, que comparten la isla de La Española.
El muro, un viejo proyecto
Se calcula que hay 500.000 migrantes haitianos viviendo actualmente en la República Dominicana, la mayoría de ellos de forma ilegal. El presidente dominicano planea completar el muro en los próximos dos años y también añadió que en algunos lugares la barrera entre los dos estados tendrá una doble valla, con sensores de movimiento y sistemas de reconocimiento facial.
"La decisión de construir un muro no es nueva, sino que se remonta ya a algunos años atrás - explica desde Haití, Fiammetta Cappellini, responsable regional de Avsi en la zona del Caribe - y las principales razones históricas son el deseo de la República Dominicana de defenderse de la presión migratoria procedente de Haití. En un momento en que la situación en Haití, como hoy, empeora significativamente desde el punto de vista social y político -continúa-, el gobierno dominicano teme que esta presión migratoria aumente aún más, por lo que parece decidido a proceder a la construcción de esta barrera".
La situación en Haití
Haití se encuentra en una situación desesperada y atraviesa una importante crisis política. El actual presidente, Jovenel Moise, lleva un año gobernando por decreto, las elecciones previstas para 2018 han sido aplazadas y Moise afirma que su mandato no expirará antes de febrero de 2022, mientras que los opositores consideran que, según la Constitución, debería haber dejado el cargo este año. Varias protestas tienen lugar en el país, donde la emigración a la República Dominicana es una opción para los haitianos que no pueden encontrar una solución a sus necesidades básicas
Las dificultades entre ambos países
Cappellini también habla de la relación históricamente muy difícil entre los dos países, que comparten una isla muy pequeña y compartimentada geográficamente. Los ritmos de desarrollo de los dos países son muy diferentes, la República Dominicana está económicamente más desarrollada que Haití. En el actual contexto internacional, en el que no hay atención ni apoyo externo de ninguna parte, la dinámica entre los dos países es extremadamente compleja: "Si la situación política en Haití no se resuelve y sigue empeorando, como desgraciadamente parece estar ocurriendo", subrayó Cappellini, "esta ola migratoria no se resolverá y las serias disposiciones para construir el muro penalizarán fuertemente las relaciones entre los dos países".
Proyectos contra las violaciones de los derechos humanos
Avsi, al igual que otras organizaciones, dice Cappellini, lleva años realizando proyectos a ambos lados de la frontera para facilitar la resolución de los casos más graves de violaciones de derechos humanos y vulnerabilidad social. El tema de la violación de los derechos humanos concierne a ambos países y se genera por las repatriaciones forzadas que la República Dominicana hace de los haitianos que entraron al país sin documentos y, al mismo tiempo, por el lado haitiano para evitar la migración indiscriminada hacia la República Dominicana.
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