Comienza el Ramadán: se rezará en las mezquitas pero con horario anticipado

Francesca Sabatinelli - Ciudad del Vaticano

Segundo Ramadán en tiempo de pandemia. El mes sagrado de ayuno y oración para los musulmanes de todo el mundo, también se enfrentará este año, desde hoy y hasta el 12 de mayo, a la pandemia del Covid y a las restricciones impuestas por diversos gobiernos. Por lo tanto, se limitarán las oraciones en grupo, así como las reuniones de familiares y amigos, una parte habitual de la ruptura del ayuno diario. El año pasado, en varios países, al final del Ramadán,"el apresurado levantamiento del toque de queda impuesto en su momento y la reapertura de los lugares de las congregaciones provocó graves consecuencias que duraron meses", denuncia Ahmed Al-Mandhari, director regional de la Organización Mundial de la Salud para el Mediterráneo Oriental.

Se teme que pueda haber un elevado resurgimiento de los contagios, y de ahí la decisión de adoptar medidas de represión, para evitar que las celebraciones colectivas se conviertan en focos. 

En Irán, el gobierno ha anunciado un cierre nacional de diez días que también afecta a las mezquitas; en Marruecos, el Consejo de Ministros, entre otras medidas, ha establecido la ampliación del toque de queda de las 20:00 a las 6:00. En muchos países, además, la invitación de las autoridades religiosas ha sido a sumarse a la campaña nacional de vacunación incluso durante el mes sagrado. En Arabia Saudí, para evitar las concentraciones, se ha prohibido que las mezquitas sirvan comidas antes y después del ayuno, y la gran mezquita de La Meca, lugar sagrado para todos los musulmanes, será higienizada diez veces al día, con más de 60 mil litros de material higienizante.

Horario anticipado para las oraciones vespertinas

En comparación con el año pasado, las mezquitas y salas de oración de Italia volverán a abrir especialmente para las oraciones vespertinas, que son las más importantes, porque en ellas se reúnen los fieles tras un largo día de ayuno.

"Este año -explica Lafram- tenemos la posibilidad de reabrir porque firmamos un protocolo con el entonces gobierno italiano de Giuseppe Conte, que preveía la reapertura de los lugares de culto cumpliendo ciertas normas, ciertas precauciones." Entre ellas se encuentra el cumplimiento absoluto de la hora del toque de queda, todas las oraciones deben terminar a las 21:30 horas, para que la gente tenga tiempo de volver a sus casas.

"Esto ha sido un gran problema para nosotros, porque convencer a las comunidades islámicas de adelantar las oraciones de la tarde no ha sido fácil, es la primera vez que se produce una situación así en nuestra historia contemporánea, por lo que también es difícil que la gente entienda estas decisiones, pero no tenemos otra alternativa que adelantar los horarios de oración, como también se hizo para Navidad y para las vacaciones de Semana Santa", añade.

Redescubrir a Dios en la soledad de la fe

Tras el cierre total del año pasado, con la falta absoluta de una dimensión colectiva y de agregación, que había llevado a los musulmanes a descubrir una dimensión individual de la fe; este año, aunque se hayan adelantado los horarios de oración, se podrán vivir momentos de unión, intentando también recuperar el aspecto comunitario. 

Además, en este año marcado por el coronavirus, muchos musulmanes han reevaluado su relación con la fe. "Se encontraron totalmente solos ante el discurso religioso -explica Lafram- para llevar a cabo las oraciones y las distintas prescripciones. Muchos se han descubierto a sí mismos, muchos han redescubierto la fe, muchos se han reconciliado con Dios, redescubriendo un vínculo íntimo con Él. En cierto modo, la pandemia también nos ha hecho bien, nos ha hecho reflexionar mucho sobre el sentido de la vida y, más aún, sobre cuál es el verdadero valor de esta vida".