Beirut un año después: las heridas de la explosión siguen abiertas
Andrea De Angelis - Ciudad del Vaticano
La Conferencia Internacional sobre el Líbano, organizada para el 4 de agosto por Francia y las Naciones Unidas, un año después de la terrible explosión en el puerto de Beirut, tiene como objetivo recaudar una ayuda de emergencia de al menos 350 millones de dólares para la población libanesa. Así lo ha declarado el Elíseo. "Las Naciones Unidas estiman en más de 350 millones de dólares las nuevas necesidades que habrá que cubrir", subrayó Francia, que afirmó que la situación sobre el terreno "ha empeorado". Según los observadores internacionales, Líbano atraviesa la peor crisis socioeconómica de su historia.
Hace un año
El 4 de agosto de 2020, una enorme explosión devastó el puerto de Beirut (Líbano) y parte de la ciudad. Las investigaciones sobre los responsables de lo ocurrido han sido lentas, debido a la crisis política del país, mientras que los problemas económicos, sociales e incluso sanitarios -como la pandemia de Covid-19- se agravan cada vez más. La explosión de hace un año, en la que murieron 207 personas, fue provocada por un incendio en un almacén del puerto donde se guardaban casi 3.000 toneladas de nitrato de amonio, que llegaron a Beirut en 2013 a bordo de un buque mercante. Más de 6.000 personas resultaron heridas.
Unicef: "Las familias siguen sufriendo"
Doce meses después, una encuesta de Unicef muestra que las necesidades de los niños y las familias afectadas siguen siendo graves, amplificadas por el colapso de la economía, la inestabilidad política y la pandemia. El 70% de las familias han solicitado asistencia básica desde la catástrofe, pero la mayoría sigue necesitando ayuda. Luego está el aspecto psicológico: según los datos de la encuesta, uno de cada tres niños sigue mostrando angustia en este sentido, mientras que el porcentaje se eleva al 50% entre los adultos. "Un año después de estos trágicos sucesos, las vidas de los niños siguen profundamente afectadas. Esto es lo que nos han dicho sus padres", dijo Yukie Mokuo, representante de Unicef en el Líbano. "Estas familias están luchando por recuperarse de las secuelas de las explosiones en el peor momento posible, en medio de una crisis económica devastadora y una pandemia importante", añadió. "Tras la explosión, el Líbano se encuentra en caída libre ante una triple crisis: económica, política y la pandemia", afirmó Ted Chaiban, Director Regional de UNICEF para Oriente Medio y el Norte de África, destacando que "el país está al borde del no retorno". UNICEF pide que los derechos de los niños sean una prioridad para los políticos del país y que se garanticen los servicios públicos a corto y largo plazo, prestando especial atención al seguimiento de la crisis del agua relacionada con la explosión. Por último, se espera que los líderes libaneses superen sus diferencias políticas y se unan para formar un gobierno cuyo principal objetivo sea apoyar a las comunidades para iniciar la fase de recuperación, haciendo justicia a las familias afectadas por la explosión.
Amnistía: "Justicia ya"
"Las autoridades libanesas han pasado el último año obstruyendo descaradamente la búsqueda de la verdad y la justicia para las víctimas de la catastrófica explosión del puerto de Beirut". Así lo ha manifestado Amnistía Internacional en una nota con motivo del primer aniversario de la explosión, recordando que, además de las víctimas y los heridos, la explosión provocó el desplazamiento de 300.000 personas. A lo largo del año, los esfuerzos de las autoridades libanesas por proteger a los funcionarios obstruyeron repetidamente el curso de la investigación, escribió Amnistía, recordando que el primer juez encargado de la investigación fue destituido tras citar a figuras políticas para ser interrogadas. El mes pasado, Amnistía Internacional escribió al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, junto con otras 50 organizaciones libanesas e internacionales, pidiendo una misión internacional de investigación sobre la explosión de Beirut. La carta destacaba los fallos de procedimiento y del sistema que impiden al Líbano cumplir con sus obligaciones internacionales de indemnizar a las víctimas.
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