Afganistán: el Is-K ataca un hospital militar en Kabul
Fausta Speranza y Giancarlo La Vella - Ciudad del Vaticano
El décimo distrito de la capital afgana, cerca del hospital militar Sardar Mohammad Dawood Khan en Kabul: un miliciano se inmoló ayer a bordo de una moto bomba, mientras que otros tres miembros del comando armado abrieron fuego contra los transeúntes. El atentado fue reivindicado por el grupo que se identifica como Is-Khorasan (Is-K), la rama afgana del autodenominado Estado Islámico, que opera en la región histórica que incluía los territorios que actualmente forman parte de Irán, Afganistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán.
El hospital ya está en el punto de mira del terrorismo
La afirmación se produjo a través de un comunicado por la noche, después de que los talibanes les culparan inmediatamente, afirmando que intervinieron bloqueando lo que iba a ser una masacre incluso dentro del centro de 400 camas. Hombres del autodenominado Estado Islámico, vestidos de médicos, ya entraron en el hospital en 2017 y mataron a 50 personas. Fue en el hospital militar donde el ministro de Defensa talibán, Mohammed Yaqoub, hijo del fundador del movimiento, el mulá Omar, hizo su primera aparición pública la semana pasada para pedir a los empresarios afganos que inviertan en instalaciones sanitarias.
La ayuda humanitaria no se detiene
Mientras tanto, los médicos del Comité Internacional de la Cruz Roja en Afganistán han hecho recientemente otro llamamiento de ayuda para combatir el hambre y el frío. Un avión del ACNUR, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, con sede en Dubai, ha llegado hoy al aeropuerto de la capital con 33 toneladas de kits de invierno para los desplazados afganos. Se espera que otros dos vuelos lleguen a Kabul en los próximos días. El material está destinado a satisfacer las crecientes necesidades humanitarias de la población refugiada, que dentro de unos días tendrá que enfrentarse a temperaturas cada vez más bajas. Muchas familias no tienen una vivienda adecuada. Se calcula que al menos 3,5 millones de personas están desplazadas internamente como consecuencia de la situación de conflicto tras la toma del poder por los talibanes.
Llamamiento a la comunidad internacional
El ACNUR hace un llamamiento a la comunidad internacional para que aumente urgentemente sus contribuciones financieras para ayudar a los afganos que se han visto obligados a huir de sus hogares. Además de la ayuda de emergencia, el organismo de la ONU sigue trabajando en las comunidades a las que han regresado los antiguos refugiados, invirtiendo en infraestructuras, educación, sanidad, medios de subsistencia y vivienda.
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