Fraternidad, Abdelsalam: "Todos somos una familia, la Expo es un ejemplo"
Alessandro Di Bussolo y Francesca Merlo - Dubai (Emiratos Árabes Unidos)
"La fraternidad humana no es una varita mágica con la que cambiar el mundo de la noche a la mañana, sino que es una cultura compartida y un valor humano fundamental que, por desgracia, los conflictos nos hacen olvidar a menudo. En nuestro Alto Comité para la Fraternidad Humana, hombres de diferentes credos y escuelas de pensamiento trabajan juntos para recordar a todos los habitantes de la tierra este instinto natural de hermandad, que todos somos una familia y que la única manera de construir un mundo mejor para las generaciones futuras es practicar la solidaridad, la convivencia y el respeto mutuo". Son las palabras del secretario general del mismo Comité, el juez egipcio Mohamed Abdelsalam, quien cuenta a Vatican News lo que impulsa el compromiso de todos sus compañeros de camino.
Expo de Dubai: "faro de convivencia y entendimiento mutuo"
Asimismo, Mohamed Abdelsalam, hace un balance de la segunda Jornada Mundial de la Fraternidad Humana, establecida por las Naciones Unidas a propuesta del Alto Comité creado por el Papa Francisco y el Gran Imán de Al Azhar para aplicar los principios del documento firmado hace tres años en Abu Dhabi; a la vez que define la Expo 2020 de Dubai (que acogió el acto principal de la Jornada del 4 de febrero) como un "faro de convivencia y entendimiento mutuo" y también "un ejemplo práctico de cómo vivir los valores de la fraternidad humana" porque en los pabellones de más de 190 países de todo el mundo se vive un enriquecedor intercambio "de ideas, culturas e incluso intereses económicos y comerciales".
- ¿Qué balance nos puede dar sobre el segundo Día Mundial de la Fraternidad Humana, que se celebró el 4 de febrero en todo el mundo, pero especialmente en Dubai?
Sí, se celebró de forma muy especial aquí en la Expo 2020 de Dubai, porque este lugar se ha convertido en un faro de convivencia, de entendimiento mutuo y también en un ejemplo práctico de cómo vivir los valores de la fraternidad humana.
En todo el mundo se han celebrado estos valores y esta cultura, pero la Expo es un lugar en el que más de 190 países de todo el mundo se reúnen con un espíritu de reciprocidad e intercambio de ideas, culturas e incluso intereses económicos.
Con el acto del 4 de febrero en la Expo quisimos transmitir este mensaje y difundirlo a personas de toda condición: estar juntos es importante, somos una familia y la única manera de garantizar un futuro más brillante y pacífico es mostrando solidaridad y respeto mutuo.
- Algunas de las personas que ayudan a transmitir este mensaje son los miembros del Alto Comité para la Fraternidad Humana. ¿En qué consiste exactamente su trabajo y cuáles son las iniciativas que propone para hacer de la Hermandad Humana un concepto concreto?
En primer lugar, nuestro comité es una de las iniciativas clave para aplicar los valores y principios del Documento sobre la Fraternidad Humana. Sus miembros proceden de diferentes ámbitos de la vida, son expertos en diferentes campos de la educación, la cultura, la fe y también de diferentes escuelas de pensamiento. Pero todos coinciden en la importancia del mensaje de la fraternidad humana y en que es un camino seguro para construir un mundo mejor para las próximas generaciones.
La fraternidad humana no es una varita mágica con la que podamos cambiar el mundo entero de la noche a la mañana. Es una cultura y un conjunto de valores que tratamos de difundir, animando a personas de distintos orígenes a vivirlos en su vida cotidiana. Nuestro objetivo es crear un entorno tolerante que se caracterice por la convivencia pacífica, la cultura del amor compartido, el compartir penas y alegrías y también otros intereses que afectan a la vida cotidiana.
- El tema de su intervención en la mesa redonda de la Expo de Dubai fue "Construir sociedades inclusivas a través de la fraternidad humana". ¿Cómo se relaciona esto con la importancia de buscar ayuda y colaboración en otras instituciones, de la que nos acaba de hablar?
Es un reto que sólo podemos superar mediante la educación y la cultura. La educación creará una nueva generación que llevará voluntariamente este mensaje, y la cultura hará que todos los miembros de la sociedad aprecien estos valores y empiecen a vivirlos. Nos inspiran a diario los constantes mensajes y palabras del Papa Francisco y del Gran Imán de Al Azhar, que llaman a promover la responsabilidad compartida en la sociedad. Porque si tenemos este verdadero sentido de la responsabilidad hacia los demás, hacia nuestras familias y hacia toda la comunidad en la que vivimos, podremos superar muchos retos y resolver muchos problemas.
Permítanme darles un ejemplo: la crisis del cambio climático que estamos sufriendo y cuyas consecuencias estamos viendo, es una consecuencia directa del hecho de que no estamos llevando a cabo esta responsabilidad hacia el medio ambiente en el que vivimos, en beneficio de las generaciones futuras. Así que reafirmamos nuestro llamamiento a todos los líderes políticos y religiosos, a todos los responsables de la educación, la cultura, las artes, para que intenten difundir este llamamiento a la responsabilidad compartida. Y nos comprometemos a promover la fraternidad humana mediante la acción antes que las palabras.
Rabino Lustig: "Un documento para curar las fracturas del mundo"
Uno de los miembros del Alto Comité para la Fraternidad Humana es M. Bruce Lustig, rabino jefe de la Comunidad Judía de Washington, DC, en la mayor y más antigua sinagoga de la capital estadounidense, la cual dirige desde hace más de 30 años. Es conocido por su inquebrantable compromiso con la apertura de vías de diálogo y el fortalecimiento de las relaciones entre miembros de todas las religiones.
Líder de la comunidad interconfesional de la ciudad, organizó la primera Cumbre Abrahámica del país, que reunió a cristianos, judíos y musulmanes. Recibió una medalla de honor del Rey Mohammed VI de Marruecos por su liderazgo en la cooperación interconfesional. Entrevistado por Vatican News en Dubai, el rabino Lustig elogió la visión del Documento sobre la Fraternidad Humana, que "ofrece una oportunidad para sanar las muchas divisiones en el mundo".
Todos nosotro - explica- "debemos adherirnos a los principios del documento". Además el Rabino cree que el judaísmo comparte con las demás confesiones abrahámicas "el reconocimiento de que todos hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, y que todo ser humano está dotado de derechos inalienables". El Documento sobre la Fraternidad Humana es "una llamada" a aplicar en la realidad este reconocimiento de la dignidad, el respeto, el amor y la compasión por cada persona.
Para el rabino de Washington, el mensaje del Papa Francisco y del Gran Imán es universal, "porque cuando empecemos a ver a todos como nuestros hermanos y hermanas, el mundo cambiará". Los dos líderes representan a los creyentes de las religiones que practica el 41% de la población mundial, y "nadie más tiene este tipo de influencia". Nuestro mundo está herido -concluye Lustig- y esta es una oportunidad para sanarlo. "En hebreo, lo llamamos 'Tikkun Olam', la reparación del mundo. Son actos de bondad amorosa, justicia social, compasión: las cosas que sanarán el mundo, y esa es la expectativa que se ha planteado con este documento".
Gbowee: la voz de las mujeres
En el evento de Dubai participó también la Premio Nobel de la Paz 2011 Leymah Roberta Gbowee, activista por la paz, trabajadora social y defensora de los derechos de la mujer liberiana, oradora muy solicitada a nivel internacional, que es miembro del Alto Comité.
En 2012 fundó la Gbowee Peace Foundation Africa (Gpfa), que ahora preside, y que ofrece oportunidades educativas y de liderazgo a más de dos mil mujeres y niñas en África y en todo el mundo. A Vatican News, señala que las mujeres en la historia "han sido marginadas", han "sufrido una inmensa violencia antes, durante y después de los conflictos", y "siguen quedando fuera de los procesos políticos y de toma de decisiones". Hoy en día, las mujeres y las niñas "son las más afectadas por la crisis climática" y son las primeras víctimas "de la trata de personas".
Un documento que reclama la "igualdad de género"
"No puede haber absolutamente ninguna fraternidad humana sin las mujeres y las niñas", subrayó, y el primer paso concreto se ha dado, con este documento, que "se debe a la tenacidad del Papa y del Gran Imán". "A pesar de que muchos líderes están dando largas, este documento ha cumplido uno de mis deseos", concluye Leymah, "y es que dos líderes religiosos hablen claramente para pedir la igualdad de género y el reconocimiento de los derechos de las mujeres".
Al Duwaini (Al Azhar): proteger la humanidad y sus valores
La mesa redonda de la Fraternidad Humana, en el Pabellón de la Sostenibilidad de la Expo, contó también con la presencia de Muhammad Al Ḍuwaini, adjunto del Gran Imán de la prestigiosa mezquita y universidad Al Azhar de El Cairo (Egipto), donde es profesor de jurisprudencia islámica comparada.
En declaraciones a Vatican News, argumenta que el objetivo del documento es ayudar a las personas a "redescubrir la humanidad y sus valores". La posición moderada de Al Azhar -añade- "es la verdadera naturaleza del Islam, y en Egipto el 90% de los habitantes que son musulmanes conviven en paz con el 9,6% que son cristianos coptos".
Finalmente, Muhammad Al Ḍuwaini habla de un lugar llamado "Casa Familia" donde se reúnen musulmanes, coptos ortodoxos, protestantes y católicos.
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