Se amplía la respuesta a la crisis humanitaria en Ucrania ante el avance de la guerra
Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
"A medida que la guerra en Ucrania se agrava los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) se preparan para poder dar una mayor respuesta a la crisis humanitaria, tanto en territorio ucraniano como en los países vecinos". Son las declaraciones de Igor García Barbero, responsable de Comunicación de la Unidad de Emergencias de esta organización sanitaria que trabaja mano a mano con las personas que sufren cada día los estragos del enfrentamiento bélico entre ucranianos y rusos.
Una guerra que comenzó el pasado 24 de febrero y que pese a la carrera contrarreloj de las fuerzas diplomáticas, no parece visualizar su fin.
Urge reforzar los equipos médicos
En este contexto, Igor García Barbero explica que están reforzando sus equipos y adaptando sus proyectos para cubrir las necesidades médicas urgentes:
"En los últimos días hemos donado kits de atención a traumatismos para hospitales en Mariupol (una de las ciudades más golpeadas) y hemos organizado formaciones en telemedicina para cirujanos del este de Ucrania", añade el responsable de comunicación de la Unidad de Emergencias de MSF, destacando que toda la organización quiere ofrecer más servicios, y por ello están intentando introducir más suministros en Ucrania para ser capaces de hacer frente a la escasez crítica de artículos médicos esenciales.
"Ahora mismo - concluye García Barbaro- con enfrentamientos activos, es todo un reto poder determinar el alcance de las necesidades médicas en Ucrania que irán surgiendo a lo largo de los próximos días y semanas. Por ello nuestros equipos se están preparando para trabajar en diversos escenarios y poder así, escalar nuestra respuesta adecuadamente, incluyendo la prestación de atención quirúrgica, la medicina de urgencia y el apoyo en materia de salud mental a las poblaciones desplazadas".
Y precisamente desde Mariupol nos llega el testimonio de Olexander, trabajador de Médicos Sin Fronteras, que relata los duros momentos que viven en esta ciudad azotada por bombardeos, muerte y destrucción:
"Hemos visto varias explosiones en distintos barrios de Mariupol. La gente no puede encontrar agua así que algunos la sacan del sistema de la calefacción, y la usan para lavarse o cubrir las necesidades básicas. No encontramos pan por ningún lado, la mayoría de los negocios y supermercados están cerrados o vacíos porque se han llevado los alimentos. No hay farmacias abiertas que vendan los medicamentos, por lo tanto entran por las ventanas rotas y se llevan lo que necesitan o lo que queda", afirma Olexander.
A este trágico panorama se suman las más de 100.000 personas que no pueden salir de Mariupol, enclave rodeado por las fuerzas rusas. Por ello, el presidente ucraniano Zelenski ha pedido a Moscú que abra un corredor humanitario para que la gente pueda escapar de la ciudad donde se sobrevive en condiciones inhumanas.
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