Ucrania, P. Pavlo: las oraciones del Papa, bálsamo para una guerra despiadada
Fabio Colagrande - Ciudad del Vaticano
Hay imágenes que cuentan la historia de la guerra mejor que otras. En la descrita por el padre Pavlo Basysty, canciller de la diócesis de Kamyanets Podilsky, en el oeste de Ucrania, a Radio Vaticano - Vatican News, hay una familia que ha elegido vivir en una sola habitación, permanecer junto a los demás, para afrontar la muerte todos juntos. Es una historia en la que se respira amor y tragedia, donde la oración es la esperanza.
El domingo pasado, en el Regina Coeli, el Papa volvió a lanzar un llamamiento por Ucrania. Francisco también invitó a rezar el Rosario por la paz todos los días de mayo, mes dedicado a la Madre de Dios...
Cada vez que el Papa menciona a Ucrania sentimos un gran alivio, porque entonces el mundo entero siente nuestro dolor y nuestras lágrimas. Ciertamente estamos un poco alejados de la guerra, pero estamos aquí con toda la gente de Mariupol, especialmente con las Hermanas de la Caridad que dejaron la ciudad antes de que estallara la guerra, así como con los Padres Paulistas, que ahora están aquí con nosotros. Todos los días escuchamos las lágrimas de los habitantes, de los que aún permanecen en Mariupol. Realmente debemos agradecer al Papa sus palabras, porque unas 100 personas se han salvado y han sido sacadas de Mariupol, pero debemos decir que todavía quedan muchas otras. Hay quienes tienen miedo de abandonar sus hogares, que ya han sido destruidos. Me gustaría ofrecer un pequeño testimonio, el de una familia que vive en un piso de dos habitaciones, un marido, una mujer y dos hijos, uno de ellos adulto. Decidieron quedarse en una habitación porque si un misil caía en el piso morirían todos juntos.
¿Dónde está esta familia?
Cerca de la frontera con la región de Donetsk y esta ciudad también fue bombardeada recientemente. Ahora se encuentran en una situación muy difícil porque muchas ciudades se han visto afectadas.
El domingo pasado, el Papa pidió corredores humanitarios para las personas atrapadas en la acería de Mariupol. Los periódicos italianos informan de que las bombas siguen cayendo sobre la acería y los civiles no salen...
Fue posible evacuar a unas 100 personas, gracias también a nuestras numerosas oraciones y a las del Santo Padre. Pero tan pronto como terminó, el bombardeo comenzó de nuevo. Esto demuestra que no hay diálogo, ni piedad, sólo hay un monólogo. La fealdad de la guerra está ante nuestros ojos.
El Papa también habló de noticias terribles, de niños expulsados y deportados, ¿sabe algo de esto, P. Pavlo?
Sí, hay entre 180.000 y 200.000 en todo el territorio invadido por Rusia. He escuchado los testimonios de las personas liberadas de Mariupol, es impactante lo que dicen, explican que sólo cuando salieron, cuando ya no escucharon los bombardeos, pudieron respirar con los pulmones llenos. Se alejaron del miedo, pudieron tener comida para comer, para poder caminar. Es una situación que requiere mucho compromiso, porque no puede haber victoria si se destruye la vida de la gente, en toda guerra hay derechos que respetar, pero esta guerra es despiadada y no hay ninguna ley que se respete.
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