Las pequeñas y medianas empresas, un medio para que la comunidad florezca

Debora D'Angelo - Ciudad del Vaticano

"Rezamos para que los pequeños y medianos empresarios, duramente golpeados por la crisis económica y social, encuentren los medios necesarios para continuar sus actividades, al servicio de las comunidades en las que viven". Estas fueron las palabras del Pontífice en agosto para llamar a los fieles a la acción colectiva en un momento global de dificultad. Refiriéndose precisamente a la intención de oración del Papa, el presidente de Acli, Emiliano Manfredonia, ofrece una visión general de los posibles escenarios en el contexto italiano con respecto a las realidades laborales mencionadas en el mensaje. Desde hace más de 70 años, las asociaciones de trabajadores cristianos italianos promueven el empleo educando y animando a las personas a apoyar la ciudadanía activa.

Generar equidad y bien común

"Estamos asistiendo a un escándalo", dice el Presidente Manfredonia, "porque nos encontramos con una gran disparidad en cuanto a la fiscalidad de las pequeñas empresas y las multinacionales. La pandemia y la actual crisis socioeconómica han perjudicado gravemente a estos negocios, llevando a la economía a seguir un camino diferente, el de la fiscalidad injusta. El trabajo no sólo debe generar dinero", continúa, "sino contribuir al bien común y hacer florecer las comunidades".

Crear un sentido de comunidad

Las pequeñas y medianas empresas son fundamentales, con un espíritu creativo desde abajo, consiguen dar empleo pero están sometidas a diversas presiones. Las aperturas dominicales y la trazabilidad se convierten, explica Manfredonia, en un coste para los empresarios. Esperemos", dice a este respecto, "que el sistema fiscal sea justo y la burocracia menos compleja", ya que precisamente los pequeños y medianos empresarios son "fundamentales en Italia", tanto a nivel humano como comunitario.

Tiempo de mercado

A continuación, la mirada del presidente de Acli se dirige con preocupación a la actual crisis de gobierno que, según él, afecta al futuro de las pequeñas y medianas empresas. "Existe una correlación entre la precariedad laboral y la abstención de voto. Hoy estamos en la "época del mercado" en la que -declara Manfredonia- "todo el mundo hace la mejor oferta, pero no está claro cuál es la planificación real con respecto a estos puestos de trabajo". Es una situación complicada, a la que, sin embargo, se puede encontrar una solución que vuelva a dar confianza en el trabajo y en la participación democrática. Necesitamos", concluye el Presidente Manfredonia, "propuestas serias que protejan a las empresas y a los trabajadores".