ONU: Preocupación por la posible evolución de la guerra
Giancarlo La Vella - Ciudad del Vaticano
La movilización de 300 mil reservistas rusos, el referéndum de anexión en los territorios ocupados y, sobre todo, el posible uso de armas extremas. Las palabras del jefe del Kremlin, motivadas por la defensa frente a un Occidente que querría destruir a Rusia, suscitaron ayer un amplio debate en el Palacio de Cristal. El jefe de la Casa Blanca habló de la irresponsabilidad de Putin al querer borrar el derecho a la existencia de Ucrania, pero -subrayó- nunca se producirá una guerra nuclear, Estados Unidos no la quiere.
Ucrania quiere la paz
Ovación de pie para el discurso en vídeo del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, que pidió un tribunal especial para los crímenes de Moscú y que se retire el derecho de veto de Rusia en el Consejo de Seguridad. "Ucrania quiere la paz, el mundo quiere la paz, sólo uno quiere la guerra". A continuación le tocó el turno al Alto Comisionado Europeo de Asuntos Exteriores, Josep Borrell. "Se tomarán más medidas restrictivas contra Rusia", dijo, "lo antes posible en coordinación con nuestros socios". La nueva primer ministro británica, Liz Truss, en línea con los países occidentales, prometió ayuda militar a Kiev hasta la victoria final.
La huída de Moscú
Mientras tanto, en Moscú hay protestas y detenciones en las manifestaciones callejeras contra el giro que Putin ha impuesto al conflicto y una verdadera huida de la capital ante la orden de movilización de reservistas militares rusos. Vuelos agotados y largas colas de coches saliendo, para evitar verse envueltos en un conflicto que incluso en Rusia la gente parece no querer ni compartir.
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