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Bélgica añade el delito de ecocidio al Código Penal

El país del noroeste europeo ha aprobado una reforma del Código Penal. Entre los nuevos delitos se encuentra el ecocidio, por el que se entiende una acción ilegal intencionada que causa un daño grave, generalizado y a largo plazo al medio ambiente. En caso de condena, "por daños graves y permanentes a gran escala", las penas oscilarán entre 10 y 20 años de prisión

Anna Poce - Vatican News

Bélgica ha incluido el ecocidio en su código penal y es uno de los primeros estados de la Unión Europea en hacerlo. A propuesta del ministro de Justicia, Vincent Van Quickenborne, el gobierno federal ha aprobado de hecho la reforma del anticuado código penal del país, para responder a los cambios en las formas de delincuencia. Entre ellos, el ecocidio, promovido por la ministra federal de Medio Ambiente, Zakia Khattabi. Esta última, agradeciendo a su colega Van Quickenborne la cooperación, en un comunicado de prensa emitido el 5 de noviembre, se mostró satisfecha y felicitó a su país por estar entre los líderes en este campo.

Ecocidio, el quinto crimen internacional

Fue precisamente la ministra de Medio Ambiente, el 20 de marzo, quien invitó a sus colegas ministros europeos a formar una alianza de países para apoyar la inclusión del ecocidio en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, respondiendo a los llamamientos de los actores de la sociedad civil que llevan varios años pidiendo que el ecocidio sea reconocido en el derecho internacional en una convención separada, o en el Estatuto de Roma, como el quinto crimen contra la paz y la seguridad, junto con el genocidio, los crímenes contra la humanidad, los crímenes de guerra y el crimen de agresión.

El Papa: garantizar la protección jurídica de nuestra casa común

Y de "una quinta categoría de crímenes contra la paz, que debería ser reconocida como tal por la comunidad internacional" había hablado también el Papa Francisco, dirigiéndose a los participantes en el 20º Congreso de la Asociación Internacional de Derecho Penal el 15 de noviembre de 2019, refiriéndose a los crímenes de ecocidio. El Pontífice hizo un llamamiento a todos los dirigentes y referentes en la materia para que contribuyan con sus esfuerzos "a garantizar una adecuada protección jurídica de nuestra casa común". Francisco, en aquella ocasión, subrayó la necesidad de no dejar impunes todas las conductas que pudieran considerarse "ecocidio": la contaminación masiva del aire, de la tierra y de los recursos hídricos, la destrucción a gran escala de la flora y la fauna, y cualquier acción capaz de producir un desastre ecológico o de destruir un ecosistema. A continuación, recordó la definición dada por los Padres Sinodales, durante el Sínodo para la región panamazónica, al pecado ecológico, es decir, una "acción u omisión contra Dios, el prójimo, la comunidad y el medio ambiente", anunciando finalmente cómo se estaba considerando introducir el pecado contra la ecología en el Catecismo de la Iglesia Católica.

El delito de ecocidio ya está presente en 11 países

El delito de ecocidio, que indica todos los actos ilegales o arbitrarios cometidos a sabiendas de la probabilidad real de que tales actos causen un daño grave, generalizado y duradero al medio ambiente, será reconocido como delito en el nuevo código belga, como ya ocurre en 11 países del mundo: Georgia, Armenia, Ucrania, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Moldavia, Rusia, Tayikistán, Vietnam y Francia. Las penas en caso de condena "por daños graves y permanentes a gran escala" oscilarán entre 10 y 20 años de prisión. El nuevo Código Penal belga, aprobado por el Consejo de Ministros, tendrá que someterse ahora, entre otros, al Consejo de Estado para que emita un nuevo dictamen y, si es necesario, tendrá que volver a discutirse en el seno del Gobierno. Está previsto que el nuevo Código entre en vigor en 2025.

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09 noviembre 2022, 11:46