Ucrania, Ministro Kuleba: Las palabras del Papa son importantes para nosotros
Salvatore Cernuzio - Enviado en Kiev (Ucrania)
"Esta compasión significa mucho para nosotros y llega directamente al corazón de los ucranianos, por supuesto esperamos su visita". El Ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, comenta con estas palabras el momento de emoción pública del Papa Francisco durante la oración a la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre, cuando, interrumpido por las lágrimas, llevó el sufrimiento del pueblo ucraniano a los pies de María en la Plaza de España. El ministro, en el cargo desde 2020, recibió en la sede del MZS (Ministerstvo zakordonnyk sprav Ukraïny) en Kiev, al grupo de periodistas que viajan desde el 4 de diciembre con las Embajadas ante la Santa Sede de Polonia y Ucrania.
Un eventual viaje del Papa
Kuleba respondió a las preguntas de varios periodistas, incluidos los medios de comunicación del Vaticano, empezando por la posibilidad de una visita del Papa Francisco a lo que el Pontífice siempre ha llamado el "país martirizado", Ucrania. "Tiene muchos seguidores aquí, en la Iglesia Católica Romana y en la Iglesia Greco-católica, pero incluso más allá de eso, la visita del Papa sería bien recibida por un sector mucho más amplio de la sociedad ucraniana, no sólo por los que pertenecen a la Iglesia Greco-católica, porque es un símbolo de compasión y apoyo espiritual". "Estamos deseando darle la bienvenida", asegura el ministro.
Dice, sin embargo, que en algunas ocasiones no entendió las perspectivas expresadas por el Pontífice sobre la guerra en curso, pero le elogia "por su comprensión", fruto de las "muchas conversaciones que mantuvo con las personas". "No se ha dejado condicionar por conceptos que no funcionan y no responden a la realidad, sino que se ha comprometido siempre en la búsqueda de la verdad".
Relaciones con la Santa Sede
A continuación, Kuleba recuerda el encuentro que mantuvo a principios de diciembre con su homólogo vaticano, el arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados, con motivo de la 29ª reunión del Consejo de Ministros y de la OSCE en Łódź (Polonia). "Mantuvimos una conversación muy intensa sobre las relaciones bilaterales entre Ucrania y la Santa Sede. Las cuestiones relacionadas con la guerra tienen la máxima prioridad". Y reiteró su compromiso de trabajar con el Vaticano por la paz.
Sin embargo, el ministro quiere aclarar algunos puntos para evitar lo que considera "errores" y que, en su opinión, conducen a falsas narrativas. Partiendo del concepto de "fraternidad" entre rusos y ucranianos, "hay que recordar siempre que Rusia es el agresor y Ucrania la víctima de la agresión ".
El llamamiento del 2 de octubre
Por eso dice haber apreciado que, en el Ángelus del 2 de octubre, dedicado íntegramente al tema del conflicto, el Papa hiciera un llamamiento al Presidente ruso Vladimir Putin para que pusiera fin al conflicto lo antes posible. Pero el hecho de que el Papa pidiera simultáneamente al Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, que se mostrara abierto a una propuesta de paz seria podría, según el ministro ucraniano, crear la duda de que Zelensky no esté abierto a la paz. Una "propuesta de paz seria", añade, "se basa en la integridad territorial de Ucrania".
Fracturas entre religiones
Su mirada, en la entrevista, se desplaza entonces hacia las "grandes grietas", como él dice, que la agresión contra Ucrania ha provocado en el mundo religioso de los dos países. No sólo entre el mundo católico y el cristiano, sino también entre judíos y musulmanes. Subraya la gran aportación de comprensión y apoyo que la propia fe puede ofrecer a las personas en un momento tan dramático: "Las perspectivas de las confesiones son sobre todo consolar a las personas, ayudarlas espiritualmente. Es un hecho que la mayoría de las personas sólo acuden a Dios en tiempos difíciles, pero cuando todo va bien se olvidan de Dios. Ahora en la sociedad hay una mayor demanda de ayuda espiritual".
Juzgando "inaceptable" que haya sacerdotes que bendicen la guerra, Dmytro Kuleba pide más coordinación "para dar fuerza a la gente", para "consolar y reconfortar a los que sufren".
"No es momento para la mediación"
"Esta guerra ha hecho añicos muchos cimientos del orden político mundial", señala finalmente Kuleba. En cuanto a las propuestas de mediación formuladas por el 90% de los países del mundo desde el 24 de febrero, que hasta ahora no se han llevado a cabo por diversas razones, afirma: "La triste verdad es que aún no ha llegado el momento de una mediación amplia". Así lo demuestran los aproximadamente "cien misiles disparados cada semana para destruir infraestructuras", los soldados que siguen llegando al Donbás, la violencia contra la población. "No se hacen todas estas cosas cuando se busca una solución pacífica. Llegará el día de una gran mediación, pero aún no estamos ahí, muy a nuestro pesar...".
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