Perú: Declarado el estado de emergencia
Emanuela Campanile – Ciudad del Vaticano
Los partidarios del depuesto presidente Pedro Castillo – ahora en la cárcel – exigen nuevas elecciones y la destitución de su vicepresidenta Dina Boluarte, que le sucedió y que no tiene intención de dimitir, como declaró en un discurso difundido por la televisión estatal, afirmando que su compromiso "es con el Perú".
Geografía de las protestas
La chispa estalló con la detención en diciembre del presidente Pedro Castillo, que fue destituido del Parlamento tras intentar disolverlo, y sustituido por Dina Boluarte. En apoyo de Castillo, antiguo sindicalista y de origen humilde, que había hecho de la lucha contra la pobreza su piedra angular, gran parte de la población rural tomó inmediatamente partido. Las protestas se extendieron a la capital, Lima, a Cuzco, ciudad simbólica del turismo, y a otros centros del sur del país.
Las reclamaciones
Los manifestantes también exigen la liberación de Castillo y justicia para los manifestantes muertos en enfrentamientos con la policía. En un país profundamente dividido, que lucha contra la corrupción, una administración caótica y la desigualdad social, las protestas se han extendido al sur, y se ha declarado el estado de emergencia en varias ciudades. El número de muertos se eleva a cincuenta, mientras se alza la voz de la Iglesia local, que suplica por la paz.
La respuesta de Boluarte
La vice de Castillo, ahora en el poder, ofreció adelantar dos años las elecciones a la presidencia y al Congreso, es decir al 2024, y también expresó su apoyo a las investigaciones sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía. Sin embargo, estas medidas no han logrado sofocar la oleada de las protestas.
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