Cohetes desde Gaza por la muerte de un líder yihadista
Alessandro Di Bussolo – Ciudad del Vaticano
La tensión en Oriente Medio ha vuelto a aumentar tras la muerte en prisión del jeque Khader Adnan, de 44 años, detenido por décima vez el pasado 5 de febrero, acusado de pertenencia a organización terrorista e incitación a la violencia. Los guardias de la prisión lo encontraron inconsciente en su celda y lo trasladaron al hospital, donde constataron su fallecimiento.
Protagonista de otras huelgas de hambre en el pasado, en los ocho años que estuvo entrando y saliendo de las cárceles israelíes, el jeque era considerado uno de los líderes de la Yihad islámica en Cisjordania y gozaba de gran popularidad. Por eso su muerte corre el riesgo de alimentar nuevos actos de violencia.
Huelga y luto general en Cisjordania
Según el Servicio de prisiones israelí, "el detenido se había negado a someterse a exámenes médicos y a recibir tratamiento". La familia de Adnan, por su parte, acusó a las autoridades penitenciarias de negligencia grave contra él. La asociación de presos palestinos declaró que las autoridades israelíes lo habían desatendido culpablemente.
Nada más conocerse la noticia desde los minaretes de las mezquitas de Gaza, se dispararon varios cohetes desde la Franja de Gaza hacia la región israelí del Néguev. Los artefactos cayeron en zonas deshabitadas, sin causar daños ni víctimas. Por ello, los palestinos han convocado una huelga general en Cisjordania y en la Franja de Gaza, y hay previstas más protestas a lo largo del día, con escuelas y comercios cerrados por lo que los organizadores han llamado un día de "luto general".
Una protesta contra la detención sin cargos ni juicio
Adnan es el primer detenido palestino que muere desde que comenzaron estas prolongadas negativas a comer en prisión, hace unos diez años, contra lo que los palestinos consideran un encarcelamiento injusto. Israel ha cedido a menudo a las peticiones de liberar a los presos o acortar sus condenas después de que empezaran a negarse a alimentarse, poniendo en peligro sus vidas.
El jeque palestino ya se había declarado en huelga muchas veces, en el 2015 durante 55 días, para protestar por su primera detención en virtud de la llamada detención administrativa, por la que los sospechosos son retenidos indefinidamente sin cargos ni juicio.
En el último año frecuentes redadas israelíes en Cisjordania
Según el grupo israelí de derechos humanos HaMoked, actualmente hay más de mil detenidos palestinos en cárceles israelíes sin cargos ni juicio, la cifra más alta desde 2003. Esta cifra ha aumentado durante el último año, en el que el ejército israelí ha llevado a cabo redadas con detenciones principalmente nocturnas en Cisjordania ocupada, en represalia por una serie de mortíferos atentados palestinos en Israel a principios del 2022.
El gobierno israelí afirma que estas acciones permiten frustrar atentados terroristas y detener a los militantes más peligrosos, pero no revela, por razones de seguridad, las pruebas de cargo contra los detenidos. Los palestinos y los grupos de defensa de los derechos humanos afirman que este sistema se utiliza de forma arbitraria y excesiva e impide un juicio justo, porque el secreto de las pruebas hace imposible que los abogados de los detenidos organicen la defensa.
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